9 errores comunes de un emprendedor al iniciar un negocio

Publicado el 16-03-2015

Los errores de un emprendedor al iniciar su propio negocio pueden conllevar muchos problemas en los siguientes meses a su inauguración: pérdidas de beneficios y ventas, problemas legales… o la ruina total del emprendimiento.

De hecho, son muchos ya los estudios que coinciden en sus resultados en que el 75% de los nuevos negocios fracasan en los 3 primeros años por no evitar algunos de estos fallos más frecuentes.

Si quieres estar en el lado positivo de esos números, lee con cuidado los 9 fallos siguientes y grábalos a fuego en tu mente antes de emprender tu proyecto porque, sólo así, podrás tener alguna posibilidad de éxito.

 

9 errores de un emprendedor al iniciar un negocio

 

1. Pensar que todo lo que necesitas es una idea

Una idea es tan sólo el comienzo. Para poder triunfar, necesitas enmarcar todos los detalles de ese proyecto desde el principio hasta el final, incluyendo un plan de administración y preparándote para los “y si pasa…”

 

 

(Leer: Sólo la pasión no es suficiente para crear una empresa)

Debes crear una base sólida sobre la que construir un negocio estable.

Si tan sólo te imaginas como el dueño o dueña de este o el otro negocio sin ningún plan organizativo para llevarlo a cabo, nunca pasarás de la línea de salida.

 

2. Gastar demasiado muy pronto

Puede que ya tengas todo el capital necesario, pero eso no significa que debas gastarlo todo ya mismo.

Debes hacer un buen balance entre invertir lo suficiente para asegurarte de que tu negocio despega, y no gastar más de la cuenta antes de darte cuenta hacia dónde deben ir tus finanzas.

 

 

Empieza despacio para poder gestionar todo correctamente y ver resultados satisfactorios a largo plazo.

Asegúrate de que tu negocio tiene buenos beneficios durante un tiempo antes de expandirte. Ha habido demasiadas empresas que se han saboteado a ellas mismas por intentar crecer demasiado rápido.

 

3. Emprender mientras trabajas en otro sitio

La realidad es que es casi imposible poner el trabajo y esfuerzo necesarios en iniciar un negocio mientras sigues trabajando en un empleo regular (al no ser que tu proyecto sea del tipo ser diseñador o diseñadora de moda).

(Leer: Cómo crear una marca de ropa con poco dinero)

 

 

Un negocio necesita toda tu atención para empezar a funcionar. Puedes desarrollar el plan y empezar a buscar financiamiento en tus ratos libres mientras estás comprometido con otra compañía.

Pero, una vez que estés preparado para dar el salto, también debes estar dispuesto a dedicar el 100% de tu tiempo a ello.

 

4. Hacer que otro maneje tu negocio

Es tu negocio. Y por eso no sólo es necesario que estés al mando, sino también estar al frente de todas las actividades diarias que se realicen sobre todo al principio.

Un negocio exige que tomes decisiones, que seas tú el que marque la agenda, los horarios, hable con los proveedores y determine la estructura organizativa.

Si cuentas con un socio (o socios), es imprescindible crear una división clara de responsabilidades desde el día uno.

 

 

Tu proyecto requiere que te involucres en él, y que consideres y pienses en cada detalle que se debe llevar a cabo, sin ser otro individuo el que lo haga por ti.

 

5. Intentar hacerlo todo

Como te decía en el anterior punto, debes ser tú, el dueño, quien te involucres en el negocio, y que otro no tome decisiones vitales por ti. Pero tampoco puedes hacerlo tú todo, y hay tareas que es mejor que delegues en otras personas.

 

 

Cuanto más rápido puedas contratar a alguien que ejecute actividades sin mucha importancia que te están quitando valiosas horas de tu trabajo, más rápido podrás crecer y escalar en el mundo empresarial.

Labores como ir a recoger una mercancía ya comprada, o publicitar tu comercio pegando carteles o repartiendo tarjetas de visita, puede hacerlo otra persona perfectamente por ti.

El problema aquí normalmente es la falta de dinero, así que será sabio por tu parte tener un poco de capital apartado para estos empleados temporales que puedas contratar.

 

6. No investigar lo suficiente

Es típico que al querer iniciar un negocio, el emprendedor esté lleno de emoción y pasión, convencido de que su idea cambiará el mundo. Los amigos y la familia también le animan a ejecutar su plan.

Con todo este ambiente positivo, este emprendedor gasta $5.000 en establecer una página web que, por desgracia, nadie está interesado en visitarla. ¿Por qué sucede esto? Por falta de investigación.

Hoy día, es tan fácil montar cualquier tipo de emprendimiento (por ejemplo, un negocio desde casa), que en muchas ocasiones nos olvidamos de hacer las indagaciones necesarias.

 

 

(Leer: 5 ideas emprendedoras de negocios sin moverte desde casa)

Aminora la marcha y charla con gente relacionada con tu negocio; busca artículos, habla con expertos en universidades, sondea todo lo que puedas… Por excelente que sea tu idea de negocio, una buena investigación para llevarla a cabo es crucial.

 

7. No tener una visión clara

Los dueños exitosos de negocios son aquellos que tienen una clara imagen en sus cabezas de dónde quieren llegar dentro de uno, cinco o incluso diez años.

Si tú no tienes una visión clara de dónde quieres llegar con tu proyecto, será como querer recorrer un país de una punta a otra sin un GPS o un mapa para guiarte.

 

 

Cuando sepas qué cosas quieres, como a cuánta gente te gustaría llegar, o las horas que deseas trabajar, entonces podrás determinar los pasos exactos a tomar para llegar ahí.

Muchos propietarios de empresas terminan trabajando demasiadas horas, no llegando a la gente que quieren, y no haciendo lo que esperaban porque no tenían una visión clara de ello desde el principio.

 

8. No saber cuál es tu mercado objetivo

Empezar un negocio basado en lo que tú quieres en vez de en lo que quieren tus clientes es uno de los mayores errores de un emprendedor que se pueden cometer.

El éxito en cualquier proyecto comercial reside en darles a los consumidores lo que desean, pero muchas veces montamos un negocio basado en lo contrario y en las habilidades que poseemos.

 

 

Por eso, es necesario que compruebes primero qué vas a vender, cuál es tu público objetivo, y por último, cómo puedes utilizar tus talentos y fortalezas para dar a ese grupo de personas lo que necesitan.

Parece una tontería, pero es un punto clave que te ayudará muchísimo a generar ventas y beneficios. Así que sé claro y conoce quién es tu cliente.

 

9. Centrarte en las actividades equivocadas

El último error más común es no aplicar la regla de 80/20 (llamada principio de Pareto). En tu vida, raramente el 80% de tus resultados van a ser generados sólo con el 20% de tu esfuerzo.

Trasladado al mundo empresarial, esto significa que el 80% de tus beneficios no los vas a conseguir del 20% de tus clientes.

 

 

Sin entender completamente qué actividades son las que te generan los mejores resultados, vas a gastar mucho tiempo en ejecutar muchas tareas triviales en vez de poner en marcha las pocas que son cruciales.

Así que escribe una lista de todo lo que debes hacer – y de las que eres responsable – en tu negocio, y luego pregúntate cuáles son las que disfrutas más y cuáles las que añaden más valor a tu empresa y que harán que logres los mejores resultados de tus esfuerzos.

 

Iniciar un negocio no siempre es fácil; si lo fuese, todo el mundo estaría montando uno ahora. Y aunque no hay ningún plan a prueba de fallos exacto para hacerte triunfar, espero que las lecciones que hayas aprendido de este artículo te sirvan para no cometer los errores más comunes de los emprendedores.