Cómo definir el precio de tus productos en 5 pasos sencillos
Publicado el 22-02-2017Ya has creado tu negocio y lo tienes todo listo para abrir tus puertas: tu mercancía, tu plan de marketing, cómo atenderás a los clientes…
¿No te falta algo? Seguro que has dejado para el final definir el precio de tus productos.
Quizás tienes miedo de equivocarte al hacerlo, o simplemente no tienes ni idea de por dónde deberías empezar.
Ponerle precio a tus productos no es algo que debes tomarte a la ligera: de ello puede depender que tu negocio triunfe o incluso fracase.
Dependiendo del valor que le pongas a lo que vas a vender conseguirás más beneficios o tendrás pérdidas; con un precio correcto, tus ventas subirán como la espuma.
Pero con un precio equivocado, perderás clientes e incluso puedes ganarte una mala reputación entre tus futuros compradores.
Lo primero que debes hacer a la hora de definir un valor para tu mercancía es cambiar tu propia mente: ten muy claro que los negocios se abren para ganar dinero y generar ganancias.
Piensa que tú, al iniciar tu propia empresa, tienes unos gastos que pagar relacionados con tu empresa, y por supuesto debes conseguir beneficios para ti también como dueño.
Así que al vender tus productos no debes sentir ningún tipo de remordimiento por ponerles precio.
Igual que otras personas trabajan en oficinas, tiendas, o conduciendo un taxi para ganarse la vida, tú vendes mercancía para mantener tu casa, tus gastos, y a tu familia.
¿Tienes ya bien claro que un negocio es para ganar dinero con él y no para ir regalando lo que vendes a cualquiera?
Si tu respuesta es “sí”, aquí voy a enseñarte los 5 pasos para definir el precio de tus productos de una forma sencilla.
Cómo definir el precio de tus productos en 5 simples pasos
1. Identifica a los clientes que comprarán tus productos
Cuando pienses en los productos que vas a vender, lo primero que debes tener claro es el perfil de los clientes que comprarán esa mercancía.
Debes saber si son hombres, mujeres, qué edades tienen, en qué círculos se mueven, qué tipos de trabajos tienen, cuál es su poder adquisitivo, qué cosas suelen comprar…
Si vendes artículos de joyería de alta gama, lo más lógico es que tus clientes sean personas que pueden gastarse más de $2.000 en un simple reloj, y no alguien que tiene un sueldo de $700 al mes.
Y esto también funciona al revés.
Si lo que ofreces es ropa para gente con un nivel económico normal o incluso bajo, sería una locura vender tus prendas al mismo precio que marcas de lujo como Chanel o Prada, porque simplemente tus compradores no podrían permitirse pagarlo.
Así que estudia bien el mercado en el que vas a entrar y qué tipos de clientes son los que atraerás con tus artículos antes de decidirte a poner un precio a tu mercancía.
Haz un perfil de esos compradores y anota bien todos los datos que puedan serte útiles (especialmente aquellos que se refieren a su poder adquisitivo y cuánto suelen pagar por lo que compran).
2. Calcula tus costes de producción y ventas
Una vez que sepas el nivel económico de tus clientes, es hora de apuntar los gastos que tú tendrás para definir el precio de tus productos.
Para que te sea más fácil calcular estos costes, haz esto: escribe primero TODOS los gastos que tienes en tu negocio.
Incluye tanto lo que te cuesta fabricar tus artículos, como lo que pagarás en electricidad, salarios a empleados, mantenimiento de máquinas, transporte de tus productos, etc.
Y luego divide esa lista en dos categorías: la de los costos fijos, y la de los costos variables.
- Los costos fijos son aquellos gastos que debes cubrir cada mes para tener tu producto en el mercado, y que suelen ser siempre los mismos. Por ejemplo, el alquiler de un local, los salarios de tus empleados…
- Los costos variables son gastos que pueden cambiar cada mes dependiendo del uso que hagas de ellos. Por ejemplo, la compra de más o menos mercadería dependiendo de tus ventas, la compra de materias primas para crear tus artículos…
Cuando tengas todos estos costes apuntados, haz un cálculo aproximado de las unidades que venderás por cada producto.
Así podrás acercarte mejor al precio ideal que tendrá cada artículo que vayas a vender en base a los costes totales que tendrás cada mes en tu negocio.
3. Espía a tus competidores y mira sus precios
No sólo los clientes mandan en el precio de los productos; tus competidores más directos también jugarán un papel muy importante en este aspecto.
Estudia bien qué venden, en qué se diferencian sus artículos de los tuyos, y sobre todo mira qué precios le ponen a cada unidad, y si gracias a eso tienen una buena cartera de clientes o no.
No temas a tus competidores y utilízalos como una herramienta más para triunfar con tu negocio. Una buena idea es que uses sus precios para establecer tus tarifas iniciales.
Más adelante podrás subir – o bajar – el valor de tus productos si ofrecen algo distinto y mejor a tus compradores.
4. Piensa en el porcentaje de beneficios que quieres ganar
En este paso ya has debido de averiguar un precio aproximado para tus productos (si no es así, vuelve de nuevo al paso 1 y repite el proceso).
Pero para poder definir el coste exacto que tendrán, debes pensar en el margen de beneficios que quieres obtener. No tengas miedo a que este porcentaje sea grande.
Si añadiendo ese margen de beneficios compruebas que tu precio es demasiado elevado, bájalo un poco más hasta que consigas el precio que a ti te parezca más correcto, y que se encuentre entre los límites de los precios de tu competencia.
Si por ejemplo quieres obtener un 25% de beneficios, pero eso encarecerá demasiado tus artículos, baja el porcentaje al 23%.
Vuelve a comprobar el valor final, y sigue haciendo esto hasta que des con el precio correcto con el que estés contento.
Así es como podrás definir el precio final de tus productos (incluso en periodos de rebajas), y podrás empezar a venderlos con ese valor que has elegido.
5. Haz un análisis de tus ventas para reajustar tus precios
En este paso ya debes haber hecho tus primeras ventas con el precio que has elegido, y comprobar si has conseguido más compras de las que habías previsto, o si apenas has logrado los beneficios que esperabas.
Si te encuentras en el primer caso, ¡enhorabuena!
Significa que el valor para tus artículos es bueno, y que incluso en un futuro cercano puedes aumentarlo un poco para ver si sigues teniendo los mismos resultados y cosechar más ganancias.
Pero si no has conseguido los beneficios que esperabas, debes revisar en qué has fallado, y si uno de esos motivos ha sido el precio de tus productos.
Si es así, intenta bajar un poco ese valor para ver si eso es lo que ha estado fallando o no.
Definir un precio para tus productos es una cuestión de revisar cómo está el mercado y hacer algunas pruebas para comprobar qué valores son los que atraen más a tus compradores.
Pero recuerda siempre que si tu producto es de buena calidad y lo vale, no debes temer a ponerle un precio algo elevado, porque siempre tendrás tiempo de bajar ese margen y ganarte a tus clientes con ese movimiento.
Hola buenas tardes,estoy pensando en abrir una tienda de ropa, tengo algunos ahorros y mi esposa me ah ayudado arto y los 2 queremos abrir la tienda. Mas o menos con cuanto dinero puedo abrir la tienda ?
No puedo decirte una cifra exacta porque eso depende mucho del tipo de local que queráis abrir, si vas a contratar empleados o no, las prendas que vayáis a vender, la ciudad en la que viváis…
Cordial saludo, cual es el margen de ganancia ideal para un negocio virtual, teniendo en cuenta q no tengo empleados ni gastos adicionales.gracias
Hola, Flor: es muy difícil decirte un margen, aunque sea aproximado, sin saber qué tipo de negocio es, qué productos venderás, qué formas de monetización tendrás, etc…
buenas tendrá alguna plantilla para trabajar y calcular el precio de un producto