Cómo perder tu timidez para siempre con estos 6 ejercicios

Publicado el 03-02-2018

Durante toda mi vida, me he considerado alguien tímida a quien muchas veces le cuesta socializar con otros, por lo que muchas oportunidades y situaciones se han ido de mi alcance por esa parte de mi personalidad.

Sin embargo, no lo veo como un defecto.

Ser tímido forma parte de nuestra personalidad y se ve definido todo el tiempo por el tipo de experiencia o temperamento que tenemos.

Seguramente alguna vez has querido hacerte invisible o que los demás no sepan que existes. No te sientas mal, todos tenemos un grado de inseguridad y timidez en nosotros, sencillamente algunos más que otros y esto tiene solución, se puede vencer.

Pero, ¿hasta cuándo dejarás que la timidez controle parte de tu vida? No solo pierdes oportunidades únicas, también a ti mismo como persona.

Cuando no eres capaz de expresarte con alguien o de siquiera mirar a la cara a las personas, no puedes simplemente conformarte con tu estado actual.

No puedes avanzar en ningún aspecto de tu vida si no superas tu timidez.

Por eso, en esta completa guía te voy a enseñar todo lo que necesitas saber sobre esto, y te comparto los 6 ejercicios que a mí me ayudaron a superar mi timidez.

 

 

¿Cuáles son las causas de la timidez?

Las personas tímidas suelen actuar manteniéndose calladas en un segundo plano esperando no llamar la atención. Pero el verdadero origen de la timidez es sorprendente, y nunca adivinarías cúal es en realidad: la genética.

Si eres una persona que ha pasado casi o toda su vida siendo tímida y no has logrado ver una salida de ello, seguramente te has preguntado, “¿por qué soy tan tímido o tímida?”

Aunque la timidez no es ninguna enfermedad, está comprobado científicamente que las personas que sufren de este estado de ánimo tiene en parte que ver con un gen que los condiciona.

Aún así, todos podríamos tener ese gen, pero como puedes ver no todos somos tímidos y es que aunque te condicione y vuelva más propenso, no necesariamente sufrirás de timidez.

Sin embargo, las personas que presentan una personalidad introvertida y no muy social desde temprana edad, hablando entre los primeros años de vida, se puede notar que este gen si tuvo una influencia significativa en el desarrollo de su personalidad.

Por eso, es muy fácil identificar si la genética influyó en tu timidez. Si desde una corta edad has presentado ser tímido o tímida, entonces tu estado de ánimo está derivado en gran parte por tu herencia.

Sin embargo, también hay personas que son tímidas por algún episodio traumático que pasaron en su vida.

Por ejemplo, imagina a la chica más popular de la universidad, alguien completamente social y que le gusta pasar el tiempo con otros y que de la noche a la mañana, sea mucho más cerrada y tímida.

Esta no es una situación donde la persona sea tímida desde hace tiempo, sino que a causa de algún acontecimiento comenzó a adoptar esa personalidad.

Posiblemente has pasado por algún mal momento que te hizo ser tal como eres ahora.

Por otro lado, la sociedad y muchas veces las personas con la que te rodeas, solo se encargan de recordarte tus defectos e inseguridades, de excluirte de un lugar.

Por lo que es común que sientas que no encajas pero quieres hacerlo.

Así que ocurren dos cosas: que te retraigas a ti mismo, seas tímido y no seas del todo tu mismo para poder encajar, o que simplemente comiences a creer que no debes estar allí y comienzas a dificultarte a ti mismo el trabajo de socializar, por lo que caes en un estado de timidez e inseguridad.

Es como cuando te juntas con personas problemáticas, con el tiempo lo más seguro es que tiendas a desarrollar la misma personalidad.

Lo mismo ocurre con la timidez. Tu conducta se puede ver influenciada por alguien más, sobre todo si es alguien cercano con el que pasas gran parte de tu tiempo.

 

 

Por otro lado, la timidez comienza muchas veces por tu apariencia, por cómo te ves a los ojos de los demás.

Alguna condición o estado que te haga diferente suele ser una de las causas principales por la que te retraes a ti mismo y la opinión de los demás tiene demasiado valor para ti.

A raíz de ello, desarrollas un estado de timidez donde te avergüenzas de algo que tú ves como un defecto.

Cuando presentas algún limitante físico, es lógico que notes la diferencia que tienes con el resto de las personas.

Si eres alguien tímido, lo más probable es que veas tus supuestos defectos como algo que por ningún motivo el resto de las personas deben ver. Lo cual te impide desenvolverte en el ámbito social.

No veas a alguna enfermedad o el supuesto defecto que crees tener en tu apariencia como un problema para poder compartir con el resto de las personas.

Las experiencias traumáticas, baja autoestima, exceso de autoridad, sobreprotección, mala compañía y exigencias, forman parte de las causas psicológicas.

Todo por lo que pasamos o nos ocurre, nos afecta en cierto nivel psicológico.

Siendo la timidez un aspecto que tiene que ver directamente con nuestra personalidad y mente en general, es normal que todas las causas físicas y externas estén relacionadas con esta.

Por ejemplo, cuando te sientes inconforme con tu apariencia o limitado por alguna clase de enfermedad, esto afecta directamente a tu autoestima. Crees que no eres lo suficientemente apuesto o bonita lo que te cohíbe de hacer varias actividades.

Yéndome hacia otro punto, tener padres o personas que te sobreprotegen o exigen más de lo que puedes dar son factores que te hacen sentir inseguro.

Si quieres ir al cine con unos amigos pero tus padres te repiten una y otra vez que no, este tipo de restricción impide que logres desarrollar mejor tu comunicación y el relacionarte con otros a tu alrededor.

Por otro lado, que te exijan siempre dar lo mejor de ti y si no lo haces, sueles tener una reprimenda por ello, te hace sentir como un fracaso, como alguien que no es capaz de hacer nada cuando en realidad, eres increíble.

Para colocarlo en palabras simples, todo aquello que te hace sentir menos o te trae tristeza afecta tu autoestima y estado de ánimo.

Lo que te hace crear un estado de timidez junto con otros aspectos no muy favorecedores para tu personalidad.

 

 

¿Cómo enfrentar la inseguridad?

 

1. Descubre los motivos

Para empezar a enfrentar tu inseguridad, primero debes evaluar el porqué de ella.

Si bien el problema que estás intentando resolver es la inseguridad en sí, es imposible corregirlo si no sabes de dónde proviene.

Por ello, es importante que comiences a pensar en cada momento o actitud que te llevó a ella.

Parte desde el inicio, desde la primera vez que sentiste que todo saldría mal o no podías dar el siguiente paso.

Si bien no recordarás exactamente la primera vez, lo que se vendrá a tu cabeza al momento de pensar en ello será el primer momento donde tu inseguridad representó más un problema que el resto de las veces.

La primera vez que sentiste que te consumía. Hacer esto, te ayudará a clasificar tus temores e inseguridades y los momentos claves donde se sintieron aún mas presentes.

Donde veas que ha influenciado más de lo normal, es donde debes enfocarte para poder enfrentarla y comenzar a superarla.

 

 

2. Evalúate de forma objetiva

Algunas personas son vanidosas, otras demasiado pesimistas en cuanto a ellos mismos y luego están los que se encuentran en la fina línea de un equilibrio entre ambas.

Las primeras razones por las que comienzas a sentir inseguridad radican en tu apariencia física y en el qué piensan los demás respecto a ella.

Como dije anteriormente, cuando se es inseguro y tímido, es porque le das demasiada importancia a la opinión de otros.

Así que en lugar de escuchar lo que los demás dicen, comienza a escucharte a ti mismo.

Párate frente al espejo de tu baño, habitación o que esté a tu alcance y detalla cada parte de ti.

Las personas somos seres inconformes, siempre habrá algo que no nos gusta pero tú tarea aquí es evaluarte a ti mismo y enfocarte en lo bueno.

Si tienes lindos ojos, una gran sonrisa, tu cabello es sedoso o tienes grandes músculos, abraza esos atributos y concéntrate en esos que ves bien.

Lo mismo ocurre con tu personalidad, determina si eres alguien alegre, detallista, hipócrita, creída, lo que sea, y si bien debes ver principalmente lo bueno de ti, recuerda que nunca está demás trabajar en lo malo para ser alguien mejor.

 

 

3. Mejora tu autoestima

Es momento de que te pongas manos a la obra, así que una vez termines de evaluarte a ti mismo, comienza a trabajar en tu autoestima.

Realiza todo a tu alcance para poder subirla.

Es fácil decirlo pero quizás te es difícil iniciar, para ello, empieza por ver los aspectos positivos de tu vida, tus logros y todo lo bueno que te rodea.

No hay mejor forma de subir tu autoestima que pensando en todo lo que has hecho bien.

Tienes que dejar las cosas malas y negativas atrás, que no sean lo primero que vienen a tu mente y mucho menos lo que influencia tu día a día.

Toma todas las cosas positivas, desde pensamientos hasta acciones y concéntrate en ellas.

Todos cometemos errores y absolutamente todos tenemos defectos, pero no por eso dejas de ser alguien bueno con mucho que ofrecer para poder lograr el éxito en tu vida. Sé positivo.

 

 

4. Cambia lo que te hace inseguro

Cuando te sientes inseguro por tu apariencia o algo que no haces bien, en lugar de quedarte pensando el porqué no debes salir o seguir haciéndolo, esfuérzate por mejorar ese aspecto de ti.

Las personas con sobrepeso suelen encerrarse en sus casas o simplemente recurren a usar toda esa ropa encima.

Aunque hay algunas que su peso se debe por alguna condición o enfermedad, otras viven quejándose o sintiéndose inseguros pero no hacen nada para mejorarlo.

He escuchado un montón de personas con sobrepeso que se quejan de la sociedad por como los tratan muchos.

No estoy defendiendo esa clase de comportamiento, pero si quiero que entiendas en caso de que seas alguien con problemas de peso, no debe importarte lo que digan otros.

Pero si ese peso te trae inseguridades entonces trabaja por lo que tu piensas de ti mismo, no los demás.

Cambia lo que te crea todas esas inseguridades. Ninguna de ellas desaparecerá hasta que comiences a eliminar las razones por las que están allí en primer lugar.

Si sientes que no eres bueno en algo, esfuérzate para serlo.

Tus inseguridades te hacen abandonar muchas cosas en el camino que seguramente te gustaba hacer.

Por eso es mejor que comiences a invertir más energía en esforzarte, en ser bueno para así ir abandonando todas las inseguridades en lugar de las cosas que quieres hacer.

 

 

5. Establece metas

Es inevitable que en algunas ocasiones no estés preparado para enfrentar nuevos retos, por lo que fracasar es bastante común cuando no se está listo para ellos.

No te sientas mal, es común que muchas veces no logremos rendir en algo, no somos perfectos.

Teniendo esto en mente, algunas veces cuando te sientes inseguro respecto a algo, el causante de ello puedes ser tú. Pero, ¿cómo?

Entre las causas de la timidez, mencioné lo exigente. Lo mismo ocurre con la inseguridad.

Muchas veces en lugar de ser otros, eres tu mismo el que es exigente consigo mismo, lo que te lleva a establecerte metas que son inalcanzables en ese momento. Además, si ya sufres de inseguridad a cierto nivel, no ganas nada proponiéndote algo que por dentro estás pensando no poder lograrlo.

Así que, ¿por qué no comenzar a establecerte metas acorde a tu nivel de seguridad y confianza? No se trata de reducirte, sino de ir paso a paso.

 

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6. Crea nuevas amistades

Si para ti la opinión de otros tiene más peso y valor de lo que debería, entonces es mejor que te alejes de personas que solo saben criticar y que le ponen mucha importancia al aspecto de los demás.

Cuando eres tímido y te cuesta socializar, es normal que te sientas en parte conforme con las amistades que tienes por el simple hecho de no querer estar solo.

Pero normalmente esas amistades que mantienes suelen hacer el efecto contrario para poder enfrentar tus inseguridades.

Hay muchas personas superficiales, si te rodeas de amigos que están pendiente únicamente de los zapatos, la ropa o la apariencia física de otros, eso hará que te sigas sintiéndote aún más inseguro sobre ti mismo sólo por querer encajar en ese grupo.

Debes desprenderte de esas supuestas amistades y buscar personas menos sentenciosas.

No quiero decir que debes expulsarlos a todos pero rodearte de negatividad te vuelve más inseguro.

Así que comienza por buscar amistades que se enfoquen más en las cosas buenas que tiene cada persona para ofrecer.

Amigos positivos y que no están pendiente del mundo y lo que todos hacen, son personas que te brindan confianza porque si son tus amigos, significa que vieron las cosas buenas de ti y no se enfocaron en las partes que te crean inseguridad.

Tener a alguien que te diga una y otra vez que algo se te ve mal, que no haces algo bien o cualquier pequeño detalle que considera un defecto, por más que te sientas bien con ello o te guste algo, creará que te sientas inseguro en cuanto a tu apariencia y en especial, en tus decisiones.

 

 

7. Disfruta de lo que te gusta cada día

Además de recordar tus logros y enfocarte en las cosas buenas que has hecho en tu vida, también puedes invertir tu tiempo en hacer las cosas que te gustan en lugar de desperdiciarlo en actividades que exigen mucho de ti.

Es algo básico, para eliminar tus inseguridad, también tienes que comenzar a vivir tu vida al máximo sin ningún tipo de remordimiento.

Disfruta lo que haces.

Si sabes tocar bien el piano o simplemente te gusta, invierte más tiempo en ello en lugar de gastarlo en otras cosas que te traen inseguridades.

Si te gusta viajar, bailar, tomar fotos, tocar un instrumento, lo que sea, simplemente hazlo. 

Hacer esto te ayuda a trabajar y mejorar mucho tu autoestima tal como pensar en tus logros.

 

 

8. Busca apoyo

Independientemente de cuál sea la causa de tus inseguridades, recuerda que no estás solo.

Todos necesitamos sentir un grado de apoyo de parte de alguien más. Recorrer el camino por tu cuenta es sin duda mucho más difícil que cuando se tiene compañía.

Por ello, tienes que mantener en mente que inevitablemente siempre a alguien para ti aunque creas lo contrario.

Algún miembro de tu familia o amigo cercano, alguien que represente un gran apoyo moral, el mismo Dios es alguien con quien puedes contar.

Si no eres alguien muy religioso, entonces busca la fuente de apoyo que necesitas. A veces la tienes de frente solo que la nube que te rodea no deja que la veas.

He podido recorrer el camino y enfrentar mis inseguridades gracias al apoyo de muchas personas a mi alrededor o a veces de simplemente una.

No es algo que necesites comentar en ocasiones, a veces con el hecho de que compartan tiempo contigo, el no sentirte solo en tu lucha, es toda la ayuda que necesitas.

Pero si decides hablar tus inseguridades con alguien más, es un gran paso para poder eliminarlas ya que estás enfrentando tu inseguridad al compartirlas con alguien sin pensar en el qué dirá o pensará de ti.

 

 

¿Cómo se supera el miedo?

Necesitas tomar las cosas con calma y relajarte, no presionarte en lo que quieres hacer ni pensar seguido en lo que te causa el miedo. Tienes que ir trabajando en él de a poco. Observa las razones de tu miedo y entabla un plan para superarlas.

El miedo se presenta de muchas formas, en timidez, vergüenza e inseguridades. Por eso es que cada una de ellas va tomada de la mano a la hora que queremos superarlas o enfrentarlas.

Yo suelo sentir miedo cada vez que me toca hablar delante de un público, ¿y si no se entiende lo que digo?, ¿o se me olvida todo?

Lo más seguro es que tus miedos se presenten cuando estás por tomar decisiones importantes o cambiar algo que tendrá un gran impacto.

Cuando hablamos de las inseguridades, te quise hacer entender que es normal tenerla respecto a ciertas cosas, pero al igual que ellas, el miedo a un nivel donde incluso algo tan simple o básico como respirar o salir al mercado a comprar algo de comer te dé miedo, no es algo que puedes dejar estar.

Las fobias son un miedo en exceso a algo, en donde te recomiendo buscar ayuda profesional con algún psicólogo o psiquiatra y no, el que debas asistir a ellos no significa que estés “loco”, solo necesitas ayuda para poder superarlas.

En cuanto a un miedo un poco más racional y no tan extremo pero que de igual forma te impide seguir normalmente con tu vida y hacer lo que se te antoje en el momento, hay formas de superarlo por tu cuenta.

Te daré una serie de consejos y pasos que debes seguir para lograrlo.

 

1. Relájate y calma tu ser interior

Para poder comenzar a superar tus miedos, debes sentirte en paz contigo mismo y en todo lo que te rodea.

Tienes que saber que durante proceso de superación es normal que alguna que otra vez sufras alguna crisis emocional o sientas un miedo intenso.

Por lo que estar relajado y llevar las cosas con un poco más de calma es un factor determinante para poder pasar por él.

No se trata de que pienses en tus miedos y te sientas relajado por ello, eso es una etapa que veremos más adelante.

Es sobre poder vivir en tranquilidad y que estés bien con cualquier cosa a tu alrededor.

Al tener miedo a algo siempre estás un poco predispuesto a que esa condición o cosa que te lo ocasiona y que pueda suceder en cualquier momento.

Así que es tiempo de que te relajes y comiences por disfrutar todos los aspectos de tu vida que no estén ligados al miedo que sientes.

 

 

2. Identifica tus miedos

Una vez consigas estar relajado y en calma contigo mismo, comencemos a identificar los miedos que te retienen e ir anotándolos para que no olvides ninguno de ellos.

Puede ser un poco difícil recordar o hacer memoria de todo lo que te ocasiona miedo, pero es esencial para saber qué partes reforzar o cambiar para superarlo.

Por ejemplo, yo sigo teniendo miedo escénico y en especial cuando me propongo una nueva meta, el que posiblemente no sea capaz de cumplirla con las habilidades que tengo ahora me aterra un poco.

Esos son dos de mis miedos que sé que tengo que eliminar porque ya los identifiqué, así como he ido reduciendo y sacando de mi vida muchos otros que se encontraban en mi lista.

Es lo que quiero que hagas y que necesitas hacer para poder comenzar tu proceso de superación.

No puedes solucionar el problema si no sabes primeramente cuál es.

El pensarlos y sentirlos es una cosa, pero el hacerlos parte de tu realidad de una forma tangible es otra.

El identificarlos y anotarlos te hace sentir que comienzas a tener cierto control, que es perfecto para lo siguientes pasos que necesitas realizar.

 

 

3. Que no te importen los demás

El miedo se presenta todo el tiempo cuando fracasamos en algo y estamos pensando en qué dirán los demás al respecto. Cómo nos harán sentir inferiores esta vez.

Cuando escuchas a todos parlotear o chismorrear, son simples comentarios que están diseñados para dañar tu autoestima pero aunque muchos de ellos son realmente hirientes y te hacen observarte negativamente o deprimirte, has oídos sordos.

El ser criticado, que tus acciones no tengan el resultado que esperabas o tus fracasos, es lógico sentir miedo cuando quieres volver a emprender nuevamente tu camino.

No debes estar pendiente de lo que otros dicen, incluso ni de lo que tu familia o seres queridos comentan a menos que sea algo positivo o para motivarte.

Solo piensa en ti y en la opinión que tienes sobre ti mismo.

Persigue tus sueños y metas, tropieza las veces que sean necesarias sin ponerle importancia a los que otros dicen.

No solo no escuches o prestes atención a lo que dicen, nunca muestres un indicio de que sus comentarios tienen alguna relevancia para ti.

El que aprenderá de sus fracasos eres tú, el que tendrá muchos logros eres tú y debes alejarte de tus miedos para poder vivir esas increíbles etapas de aprendizaje y éxito.

 

 

4. Piensa, ¿qué es lo peor que puede pasar?

Necesitas cierta preparación mental para superar tu miedo. El relajarte e identificarlos es parte de ella, pero el punto principal para prepararte es comenzar a ver que nada malo puede suceder.

Nuestros actos traen consecuencias, cada uno de ellos. El problema recae cuando tienes miedo de intentar algo porque crees que será el fin del mundo.

Es bueno que evalúes las consecuencias o cosas que traerá tanto si haces o no algo, pero no tomes cada una de ellas como una excusa para no hacerlo.

Cuando quería dejar la carrera universitaria con la que comencé, pensé un millón de veces qué pasaría porque no me sentía bien estudiándola pero no pude evitar considerar todo.

Evalúe todas las consecuencias y lo que traería hacerlo, lo que me detuvo una y otra vez de dejar algo que no me gustaba y lograr ser feliz.

Hasta que pensé, ¿qué es lo peor que puede pasar?

Siempre habrá algo que lo consideremos como primordial a la hora de pensar en lo que pasará, pero no morirá nadie, no se acabará el mundo y lo más posible es que no traerá nada que no puedas superar o mejorar con el tiempo.

Así que no te pongas excusa a ti mismo y sé objetivo cuando pienses realmente en lo que puede pasar. No dejes que el miedo te detenga de hacer o no algo.

 

 

5. Lánzate a la aventura

La mejor forma de enfrentar tus miedos, es comenzar por hacer o encarar lo que lo ocasiona.

¿Has escuchado de esas personas con miedo a las alturas y que se lanzan de paracaídas para superarlo?

Bueno, es algo bastante parecido a lo que debes hacer.

Sé que puede no serte fácil sencillamente despertarte un día e ir directo a la boca del lobo para enfrentarlo, pero al menos inténtalo.

No es cuestión de que al primer intento logres superarlo o hacerle frente, pero cada intento son dos pasos hacia adelante.

De igual forma, practicar para poder hacer el intento en algún momento, también es parte de un gran avance.

Si tienes miedo de tocar un instrumento o presentarte ante un público, siempre puedes ir por niveles. Tocar delante de una pequeña cantidad o solo, hasta lograr ir superando un poco el miedo.

Si no te sientes preparado para lanzarte, al menos toma la posición de salto.

 

 

6. Tómalo como una oportunidad para crecer

Puede que estés pensando que perdí la cabeza, pero ¿alguna vez has considerado hacer de tus miedos parte de tu motivación?

El como ves las cosas, la perspectiva que tienes de ellas, es lo que te hace darles una importancia en tu vida y el aspecto en la que decides que afecte en ella.

Por eso el miedo en lugar de ser tu enemigo, puede comenzar a ser una herramienta, el empujón que necesitas para hacer las cosas.

Podrías considerarlo como una forma distinta de superarlo, dándole otro propósito en tu vida.

Por ejemplo, si tienes miedo a fracasar en tus estudios o trabajo por un motivo en específico, utiliza ese pensamiento y miedo para esforzarte más y que no ocurra a lo que le temes tanto.

Puedes aprender mucho de él y a su vez, impulsarte a hacer nuevas cosas o comenzar a vivir nuevas experiencias.

No dejes que tus miedos crezcan, en su lugar, crece tú y tómalos como una señal para saber en qué necesitas poner toda tu atención y esfuerzo.

 

 

7. Piensa siempre en el resultado si no tuvieras miedo

Cuando te detienes o te frenas de hacer algo por un miedo en particular, piensa en qué sucedería si no sintieras temor.

La mejor forma para superar el miedo es concentrarte en los resultados que obtendrías si no estuviese presente.

Los beneficios, el éxito y los logros que alcanzarías siempre son más grandes que el miedo que sientes en el momento.

Imagina que te ofrezcan el trabajo de tus sueños pero que tengas miedo a abandonar el actual por la comodidad y seguridad que este te ha dado hasta ahora.

Piensa, si aceptas el trabajo que te ofrecen, ¿qué podrías lograr estando en él? Seguramente alcanzar tus metas y sueños. Eso vale mucho más que una supuesta “estabilidad”.

Por eso, ten en mente siempre la otra cara de la moneda, una donde no esté presente el miedo y sólo lo que alcanzarías sin él.

 

 

¿Cómo superar la vergüenza y la timidez?

Para superar la vergüenza tienes que moldearte a ti mismo, cambiar la forma en la que piensas y dejar de llevarte por una conducta impuesta mayormente por la sociedad.

La vergüenza es totalmente distinta al miedo, porque si bien te hace sentir mal y te impide hacer ciertas cosas, es más un estado de pena que sientes normalmente cuando hiciste, dijiste o pensaste en algo.

Para que dejes de sentir vergüenza, comienza a dejar de sentirla hacia ti mismo.

Tomarte las cosas con humor y reírte de tus propias acciones, es una forma de relajarte y comenzar a avergonzarte menos cuando sea momento de hacer algo delante de otros.

Tú vergüenza comienza cuando no tienes suficiente autoestima y ves demasiadas inseguridades en ti (¿ves cómo todo se va relacionando?), por lo que subirla y sentirte mejor contigo mismo es lo mejor que puedes hacer.

Por ejemplo, has querido inscribirte en unas clases de baile pero sientes vergüenza de cómo te verás cuando las estés tomando.

Para empezar, estás aprendiendo por lo que es lógico que no seas un maestro al inicio, pero si realmente es divertido cómo te ves pero lo disfrutas, ríete de ello.

Cuando empecé a aprender a bailar música contemporánea parecía que tuviera dos pies izquierdo o una ave moviendo las alas nada más, pero en lugar de sentirme avergonzada, me reí de mi misma y disfrute el momento.

 

 

Como te mencioné anteriormente, la sociedad nos establece unas normas que están implícitas, no necesitas que alguien te las diga todo el tiempo para saberlas.

Estás suelen regular nuestra conducta respecto a varios aspectos en nuestra vida. Por lo que nuestra personalidad y la forma en la que te expresas puede estar un poco cohibida.

Puede que no estés entendiendo muy bien el punto, así que déjame darte un ejemplo muy común en la sociedad: los homosexuales.

Seas alguien que esté de acuerdo o no con ello, lo importante es que aprendas de la realidad de estas personas.

Normalmente las personas homosexuales son cerradas a expresar su orientación sexual porque siente vergüenza de ella, de lo que la sociedad dirá y cómo los juzgará por ser diferentes. Por ello, se cohíben de mostrarlo ante el resto de las personas.

Lo mismo ocurre cuando quieres hacer algo o expresar una idea, te avergüenza y a la vez, te tortura la idea de que otros lo sepan y juzguen.

Así que para ello, necesitas trabajar en tus propias normas, en vivir bajo lo que tú crees correcto y si no afecta a nadie, es aún mejor.

No dejes que las “normas” de la sociedad hoy en día, te imponga lo que debes hacer o cómo debes ser, vive bajo tus propias normas.

Puede sonar un poco redundante, pero no te avergüences de sentir vergüenza. ¿Se entiende?

La idea es simple, si te cuesta admitir que sientes vergüenza respecto a algo es que también te sientes “mal” (para utilizar otra palabra) de sentirte de esa forma.

No es cuestión de que te hagas amigo de tu vergüenza, pero sí que aceptes y afrontes el problema.

Eres un ser humano, por lo que es normal que tengas este sentimiento así que en lugar de verlo como algo que te hace inferior o menos que otros, empieza a tomarlo como algo natural, porque lo es.

Aceptándolo no sólo podrás enfocarte en el problema en sí y disminuir el nivel en que sientes vergüenza, sino que también dejarás de gastar tanta energía preocupándote por lo que los otros piensen respeto a ella.

Es como pelar una mandarina. Primero quitas la concha que la cubre para después poder comer el fruto.

Lo mismo ocurre en este caso, quitas la primera capa de vergüenza para proseguir con la siguiente que es la principal.

 

 

Todos los días tienes algo importante y distinto que hacer, que requiere toda tu atención, así como hay otras que tienen una importancia constante en tu vida.

Durante estas actividades o acciones que tienen importancia para nosotros, es cuando más nos embarga la vergüenza ya que el fallo que puede ocurrir es mayor al de otras situaciones.

El problema, es cuando le das demasiada importancia a todo o casi todo en tu vida.

¿A qué quiero llegar con esto? A que dejes de darle la misma importancia de cepillarte los dientes después de comer, en comparación con presentar un proyecto final para el trabajo y del cual depende tu puesto.

Necesitas dejar de ponerte en situaciones donde sientas vergüenza y al darle una importancia exagerada a cosas que realmente no lo son, te pones en esa posición con mayor constancia.

Así que disminuye la importancia que le das a algunas cosas y elige únicamente dárselas a las que lo requieran.

Sé un poco más flexible con tus actividades y las acciones que realizas. Debes elegir qué es más importante y saber delegar esa importancia a otras cosas que la merecen más.

 

 

¿Cómo superar la timidez y el miedo a hablar?

Para superar tu timidez y el miedo a hablar, necesitas aumentar tu confianza, practicar el hablar con alguien nuevo y en especial, ser tú mismo. Para superar la segunda, debes enfrentarte a la primera.

La timidez es un obstáculo que debes derrumbar para poder proseguir con tu miedo a hablar.

Identificar la causa es crucial para trabajar en ella, si no sabes de dónde proviene el problema o el detonante, no puedes hacer algo al respecto.

Además, dependiendo de la causa, las acciones que tomes a continuación serán diferentes en cada caso. Así que enfócate primeramente a descubrir las razones.

Tómate el tiempo que sea necesario y analiza todos los momentos en los que tú timidez ha salido para que así puedas determinar si es una causa externa, física, psicológica o genética.

Es importante que seas bastante objetivo y observador, por lo que no desesperes si te toma más tiempo del que te gustaría invertir en este paso.

 

Una vez identifiques las causas, comienza a resolverlas y ponerles un alto.

Por ejemplo, si la razón de tu timidez es física, como tu apariencia, intenta darte un cambio. Hazte un nuevo corte, cambia tu forma de vestir, cualquier aspecto de ella que te guste y creas puede darte más seguridad.

Si por otro lado es psicológica, trabaja directamente con tu autoestima y confianza al igual que cuando sientes inseguridades.

Realiza más actividades que mejoren tu estado emocional, que te hagan sonreír y sentir mejor contigo mismo. Si estás incluyen que más personas se vean envueltas, incluso mejor.

Si la causa es externa, cambia tu entorno.

Cambia todo lo que te ocasiona timidez y que proviene de fuentes externas a ti, por cosas y personas que traigan únicamente positivismo a tu vida.

En cuanto a las genéticas, no es algo que podamos resolver como tal, pero hablando con propiedad, como alguien que una de las causas es genética, aplicar las tres soluciones al mismo tiempo, como un todo, me ayudó a superar mi timidez.

Así que intenta hacer que ese gen que te “predispone” a ser tímido, vaya drenándose de alguna forma y cambiando todo lo demás que ocasiona que tu nivel de timidez se intensifique.

No es cuestión de rodearte de más personas tímidas al igual que tú. La idea es que te juntes con ellas pero que a su vez, sean personas que estén proponiéndose hacer un cambio en sus vidas.

Míralo como un apoyo en el camino.

Cuando estás por superar una etapa o algún aspecto de tu vida, el sentirte solo en proceso, retrasa un poco más el progreso, por lo que rodearte de personas que estén pasando por él al mismo tiempo puede ayudarte cuando sientes que no puedes.

Al igual, el que te acerques a personas que lograron superar su timidez, puede servirte como ejemplo de que es posible y representar una motivación aún mayor.

Puedes lograrlo, no te quedes parado en el camino y ten perseverancia.

 

 

Aunque tienes miedo de hablar, siempre hay una o varias personas con las que conversar no te es nada difícil o al menos no representa hacer el mayor sacrificio de tu vida. Comienza por ellas.

Para superar tu miedo a hablar, primero debes calentar. Por lo que entablar conversaciones con personas de confianza es la mejor forma de hacerlo.

¿Por qué? Porque aunque lo más posible es que muchas de esas personas sean parte de tu familia, incluso si no lo crees así, siempre hay cierto nivel de objetividad en sus respuestas.

Entonces, ¿qué quieres obtener con ello? Lograr mentalizarte que entablar una conversación no es tan difícil como crees.

Si logras hablar de tus gustos, por más raros que sean, con cualquier miembro de tu familia o un pequeño grupo de amigos, entonces puedes hacerlo con cualquiera.

Podrás ir avanzando de a poco, pasar de un familiar a una amigo con el que no hablas todo el tiempo, hasta hablar con algún desconocido mientras esperas pagar en un supermercado.

Toma el hablar con personas de confianza como el primer paso para ir relacionándote con otros.

 

 

Uno de los primeros pensamientos cuando sientes miedo a hablar, es preguntarte ¿y si no es interesante de lo que hablo?

Esto se soluciona muy simple, busca temas de conversación que sean de la actualidad y estén de moda pero que también te llamen la atención.

Pensar en el tema de la conversación debe ser una tortura para ti por lo que muchas veces debes renunciar a la idea de hablar sólo porque crees no tener algo interesante que decir.

Si no te sientes muy seguro de ti mismo, que no te dé vergüenza apoyarte un poco en informarte.

A veces cuando estoy en un sitio e inicio una conversación con el típico comentario al aire o saludo, a veces no sé cómo seguirla, hasta que pienso en un tema de interés común, que se trate con bastante frecuencia en la actualidad.

Estar informado de lo que ocurre a tu alrededor y los temas que se tratan hoy en día no sólo es importante para mantenerte actualizado, sino como herramientas para continuar o entablar una conversación con alguien.

Por sobre todas las cosas, sé tú mismo y no te sientas presionado por entablar una conversación.

El error que cometes seguido cuando te es difícil el hecho de hablar, es que junto a tu timidez y posiblemente, vergüenza, es común que no te sientas cómodo contigo mismo, lo que te lleva a muchas veces aparentar alguien quien no eres.

He conocido muchas personas tímidas y con problemas para hablar con otros, las cuales normalmente suelen montar una clase de “actuación”, donde en lugar de actuar natural y ser ellos mismos, imitan el comportamiento de alguien más que creen popular o que le es fácil socializar.

No necesitas cambiar tu personalidad para poder hablar con otros.

La mejor forma de entablar una conversación es donde no tengas que mostrar algo que no eres. ¿No has pensado que al hacerlo, es inevitable que la conversación se enfríe y acabe más pronto de lo normal?

Además, mentir no es una escapatoria para solucionar tu timidez y miedo a hablar.

No tengas miedo de los que otros piensen sobre ti, los comentarios hirientes y un poco duros suelen venir cuando no eres tú mismo.

Así que sé honesto en el momento de hablar con alguien, además no te sentirás incómodo por estar siguiendo el “papel” de alguien más.

 

 

6 ejercicios para vencer la timidez

 

1. Anímate a ti mismo

Como he dejado en claro a lo largo de este post, trabajar en tu autoestima para subirla es la tarea número uno en tu lista.

Por lo que un ejercicio que te ayude con ello es lo que debes hacer a primera hora del día.

Cuando te levantes y vayas a lavar tus dientes, mírate en el espejo y repite palabras de aliento para ti mismo.

“Hoy es el día para mejorar”, “quiero hacer algo que me guste durante el día”, “yo sé que puedo”.

Todo es cuestión de mentalizarte y creer realmente que puedes hacerlo, porque puedes, sólo que tu timidez te detiene de ello.

Has lo mismo una vez hayas terminado de vestirte y arreglarte y estés por salir, pero en su lugar, hazte cumplidos en cuanto tu apariencia.

“Esta camisa me queda bien”, “mi cabello tiene buena forma hoy”, “luzco bien, me veo bien”.

Puedes ir repitiéndolas durante el día, cada vez que tengas un momento de timidez o tengas que enfrentarte a algo, decirte frases que refuercen tu confianza y autoestima te ayudarán mucho.

 

 

2. Ponte en situaciones incómodas

Al sufrir de timidez, es lógico que siempre corras de situaciones que te hacen sentir incómodo.

Pues, comencemos por buscarlas a partir de ahora.

El ponerte en situaciones de las que normalmente huirías, es una gran forma para ir practicando.

No quiero decir que te lances a los leones, pero si que comiences a enfrentar situaciones simples en las que usualmente huyes de ellas.

Por ejemplo, alguna vez has ido a un sitio a tomar un café o leer un libro y lo más seguro, es que busques la mesa más lejana de todas, que esté vacía y sin nadie alrededor.

En lugar de hacer eso, siéntate en un lugar con más personas a tu alrededor, no es necesario que entables una conversación si sientes que es mucha presión, pero el que puedas tolerar sentarte juntos a varias personas es un gran progreso.

Así que de a poco, ve retando cada situación incómoda y superándolas una por una.

 

 

3. Comienza un nuevo hobby

Debes tener algo que quieras comenzar a practicar o hacer.

Tomar clases de baile, de música, canto o cualquier otro hobby, pero no lo has hecho porque tu timidez te impide socializar con otras personas.

Mientras estés haciendo algo que te guste y has esperado iniciar durante mucho, velo de esta forma, las personas que estarán a tu alrededor y tú tienen un tema en común para ir rompiendo el hielo.

Es una gran oportunidad de practicar el socializar con otros, además, no te estarás frenando a ti mismo de hacer algo que quieres.

A mi me encanta el baile, aprender salsa y merengue, pero aunque ya pasé por el proceso de danza contemporánea, sigo sintiendo cierta timidez.

Aún así decidí inscribirme en las clases y aunque me ha llevado un par de semanas, he logrado ir socializando de a poco con los demás.

 

 

4. Relaja tu respiración

Cuando estás por afrontar una situación incómoda, es normal que muchas veces tu respiración se acelere junto con el mar de pensamientos que debes estar creando por tu timidez.

Así que comienza a trabajar con ejercicios de respiración que te ayuden a regularla.

Probablemente hayas visto muchas personas tomarse unos minutos y sólo se quedan respirando hasta que se sienten un poco más relajados, pues harás lo mismo.

Si te sientes acelerado y tu respiración es irregular, tómate unos minutos y concéntrate sólo en respirar.

Toma bocanadas de aire y expúlsalas lentamente por la nariz, nunca por la boca.

Repite el proceso hasta que sientas que tu respiración se está regulando y luego comienza a disminuir la cantidad de aire que aspiras.

Hazlo las veces que sean necesarias hasta que te sientas más calmado y sin ningún signo de agitación.

 

 

5. Debes visualizarte

Antes de enfrentar una situación o hablar con alguien, comienza a visualizar lo que sucederá.

Puede que lo consideres un ejercicio con dos caras, pero está demás decir que debes imaginarte una situación positiva, sin nada de contratiempos.

Que sea normal o como te gustaría que resultara.

Es una forma perfecta para prepararte mentalmente a afrontarla ya que en tu imaginación, te podrás representar a ti mismo como alguien relajado, manejando la situación de forma pacífica y sin problemas.

Puedes tomarlo como una práctica o ensayo, que también te ayudará a reducir tu ansiedad, nerviosismo e inseguridades antes de que te lances a la acción.

Además, al visualizarlo en tu mente, puedes tomar ese pensamiento como una guía para poder llevar las cosas con normalidad.

Para que no sientas la presión de que vas a “arruinar” el momento.

 

 

6.  Ejercítate

Para liberar el estrés y la ansiedad que nos produce la timidez, el ejercicio físico es una gran solución. Además de que estarías matando dos pájaros de un tiro.

Cuando tienes tanta ansiedad, muchas veces se debe a la cantidad de energía que tienes, la cual usualmente es negativa.

Así que en lugar de encerrarte en tu habitación y evitar tener contacto con cualquier persona, comienza a liberar toda esa energía.

El hacer ejercicio te hará gastarla junto con la mala vibra que llevas.

La otra razón, es que te ayudará en tu apariencia, ya que en el proceso de ejercitarte es lógico que obtendrás un mejor resultado físico.

De esta forma, estarás ejercitando tu mente liberando toda esa energía y trabajando en la apariencia que te molesta.

Pero recuerda, debes aprender a abrazarte a ti mismo como eres para luego poder aceptar con los brazos abiertos al nuevo tú.

 

 

Superar la timidez, inseguridades y el miedo, no es nada fácil pero no debes creer que es imposible.

A lo largo de mi vida me he propuesto hacer muchos cambios, enfrentar cada uno de esos aspectos que me hacían ser mas retraída y cerrada con los demás.

El seguir cada uno de estos pasos y consejos me ha ayudado bastante a cambiar y poder disfrutar más de mi vida y la compañía de otros.

Así que, ¿qué esperas para intentarlo? Cuéntame cómo te ha servido mi experiencia y consejos para poder perder la timidez. 

0 thoughts on “Cómo perder tu timidez para siempre con estos 6 ejercicios

  1. Siempre he sido muy tímido y aunque sé que eso está evitando que haga muchas cosas y hablar con otros… aun así no consigo una forma de superarla pero cuando lei tu post me animé un poco más a intentarlo. Voy a poner en practica tus sugerencias 🙂 gracias

    1. Hola Sergio 🙂 Nunca es tarde para comenzar a superar tu timidez. Me alegro mucho de que te animaras a intentarlo. Mucha suerte y ¡esfuérzate!

  2. Muy buen post,me pasa el mismo problema pondré a prueba todo lo aprendido para tratar de vencer esta timidez muchas gracias. ?

    1. Gracias a ti Fidel por leerme 😉 Estoy segura de que lo conseguirás con los ejercicios.

      Un abrazo enorme!

  3. Voy a ser muy sincera al respecto de lo que me pareció el post.La verdad si me parecio MUY BIEN,y de todo corazón quiero intentar esto y espero lograr no ser tan timida…Y lo que dice el documento o el post es verdad,muchas personas se toman muy enserio lo que los demás dicen de ti y al respecto a esto es como también baja tu autoestima y tu confianza.
    En todo caso yo quiero decir la verdad y a mi lo que si me da mucha pena es exponer delante mis compañeros de clase o hablar con personas de grados mayores,quisiera cambiar eso y lo intentare

    1. Estoy segura de que poniendo en práctica todos los ejercicios y mientras te mantengas positiva, lo conseguirás 🙂

      Sólo no pierdas esa motivación y ten paciencia que ¡tú puedes!

      Mucha suerte y gracias por leerme 😉

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