Cómo concentrarte para estudiar [9 trucos que no te fallarán]
Publicado el 25-05-2018¿Tienes un examen importante, pero no sabes cómo concentrarte para estudiar? A mí me pasaba lo mismo, y cuanto más se acercaba el día de mi prueba, menos cosas podía recordar.
Pero un día descubrí estos 9 trucos, y desde entonces ¡no he suspendido ni una sola vez!
9 trucos para concentrarte y memorizar mejor
1. Olvídate del resto del mundo
Cuando tienes demasiadas cosas en la cabeza, o no puedes dejar de pensar en algo, es lógico que lo que menos quiere tu mente en esos momentos es que le metas más información de forma obligada.
Mientras estudias, tienes que pensar únicamente en lo que estás haciendo en ese momento.
Olvídate de preguntas como “¿debería salir este fin de semana con mis amigos?” o cualquier otra preocupación: es mejor que empieces primero por alejarlas antes de sentarte a estudiar.
Sé que esto puede resultar difícil (a mí me ha pasado muchas veces), pero ponerte a pensar en ese momento en otras cosas no te va a servir de nada.
Así que despeja tu mente, libérate de todos esos pensamientos que tienes (especialmente de los negativos), y céntrate en lo que es importante en ese momento, que es estudiar.
Una vez que hayas terminado tu sesión de estudio, entonces tendrás todo el tiempo que quieras para darle vueltas a otras cosas.
2. Crea un horario para estudiar
La organización es lo más importante cuando tienes tareas y deberes por cumplir, y así como necesitas seguir tus comidas a ciertas horas, ir a clases o el trabajo, necesitas un tiempo para tus estudios.
Sé que es complicado crear un horario donde te dé tiempo de hacer todo lo que necesitas, pero es la mejor forma para mantener tu rendimiento en todo.
No apoyo el hecho de estudiar cuando “te den ganas” o “tengas tiempo”, porque casi nunca tendrás ninguno de los dos a menos que ya hayas caído mejor en cuenta del por qué estás haciéndolo.
Así que te recomiendo de primera mano que organices un horario para dedicar al estudio unas horas al día.
¿No pueden ser horas? Entonces al menos una hora o 30 minutos diariamente.
Mi horario era bastante apretado anteriormente: universidad toda la mañana, dos horas en el gimnasio en la tarde, unas tres o cuatro horas de trabajo más el estudio y el descanso.
Es como caer un poco en la rutina, pero también debes hacer espacio para ti y no asfixiarte en ese mar de deberes y responsabilidades.
3. Cambia de temas cada cierto tiempo
Una vez le pregunté a mis compañeros cómo estudiaban los temas que iban para el examen, y la mayoría me respondió lo mismo: un tema a la vez.
Sin embargo, está probado científicamente que hacer eso es un error.
Ahora, seguramente estás incluido en ese grupo que toma un tema del examen y hasta que no termina de leerlo o aprenderlo no pasa al siguiente. No te sientas mal, es normal pensar que esa es la mejor manera de memorizarlo.
Hay algunos temas que son más extensos que otros pero eso no quita que llegue un punto donde leer lo mismo a cada rato y sobre todo cuando no lo estás entendiendo muy bien, además de agotador también hace que tu concentración se esfume.
Por eso, tienes que reunir todos los temas y comenzar por uno, pero cuando ya ha pasado un tiempo considerable (una hora por ejemplo) toma otro tema y comienza a leerlo.
Esto funciona aún mejor cuando estás leyendo y hay un punto en donde no consigues entender algo o memorizarlo, entonces no te presiones tanto con ese y toma otro.
Dale un descanso a tu mente del mismo tema una y otra vez, y distribuye mejor cómo los estudias. Hacer esto irá muy de la mano del horario que crees para estudiar así que tenlo en cuenta.
4. Prémiate por tu esfuerzo
Aunque no tiene mucho que ver con el acto de estudiar en sí, recompensarte por el esfuerzo que has hecho tiene mucho que ver con tu motivación y la concentración en el estudio que has puesto.
A veces no se trata de simplemente buscar cómo concentrarte o memorizar el párrafo siguiente, sino de recordarte que todo al final tendrá una recompensa y el esfuerzo lo valdrá.
Imagínate una vez que hayas aprobado ese examen. ¿Cómo te sentirás? Seguramente feliz por habértelo quitado de encima, y orgulloso de ti mismo por haber conseguido superarlo.
Pero si pensar este tipo de cosas no te da la fuerza necesaria para concentrarte y estudiar, haz algo con lo que realmente disfrutes.
Por ejemplo, queda con tus amigos después de una dura tarde de estudio, ve a dar un paseo, o túmbate en el sillón a ver tu serie o tu película favorita.
De esta forma no sólo te estarás premiando por haber trabajado duro; también estarás dando un poco de aire fresco a tu cabeza para que, cuando tengas que volver al estudio, estés más despejado y con las fuerzas renovadas.
5. Comienza por lo más aburrido
“Al mal tiempo, darle prisa” y no puede ser más cierto.
No siempre te gustará el tema que debes estudiar y estoy segura de que con todo lo que debes aprenderte, habrá cosas que no te gusten mucho, y otras que te apasionen más.
Sin embargo, nunca falta esa asignatura o tema que nos enamora y queremos incluso ir por nuestra cuenta a comernos libros que hablen de ello.
Así que comienza siempre estudiando lo más aburrido o lo que menos te gusta.
Seguramente muchas veces has empezado por lo más fácil o lo que despierta tu interés, pero de esa forma, sólo estás retrasando comenzar lo que te desagrada más.
Por eso, tienes que comenzar por lo que menos te gusta y verás que cuando estás a mitad o incluso un poco menos de tus horas de estudio, estarás algo más emocionado en llegar hasta el tema que has esperado todas estas horas por leer.
6. No dejes el estudio para el último día
No te satures: conozco personas que simplemente por no querer hacerle un horario o dedicarle esas horas a los estudios, dejan todo para un solo día y esto sólo produce dos cosas:
- No aprender lo que estás leyendo.
- Y que te satures y te agotes mucho más rápido.
Es como cuando dejas el trabajo para última hora y además de estar corriendo y haciendo todo de aquí para allá, tienes el riesgo de que ni siquiera alcances a terminarlo. Pues esto es igual.
No dejes todo para el mismo día, si necesitas leer o estudiar muchas cosas, divídelas entre cada día de la semana.
No importa si en un día serán menos horas o si al siguiente no estudiarás, pero al menos asegúrate de hacerlo todo por parte.
7. Fíjate en tu método de estudio
De seguro piensas que todas esas recomendaciones sobre escribir memos, tarjetas de estudio y notas en los libros o cuadernos, no sirve de mucho.
Pero contrario a lo que crees, son de las mejores formas para fijar la información en tu cabeza en lugar de leer una y otra vez lo mismo cuando te sientes más preparado.
Si terminas de leer un tema y ya vas a pasar al siguiente, ¡detente allí! Tienes que detenerte otros minutos en ver si realmente memorizaste toda esa información.
Un método de estudio es importante y el que simplemente leas y repitas en tu cabeza lo que “aprendiste”, no es uno de ellos y si clasifica, al menos no es el indicado.
Por eso quiero que consideres o mejor dicho, comiences a utilizar todas esas tarjetas con información y notas que te ayudarán a saber si realmente aprendiste todo lo que haz estudiado.
Si no lo hiciste, no te preocupes aún no vuelvas a ese tema y continúa al siguiente pero al final de la sesión, vuelve a repasar el que aún no terminas de memorizar.
8. Duerme lo suficiente
Lo más normal y cotidiano entre todos nosotros, es que solemos levantarnos extremadamente temprano a estudiar o ir a dormir sumamente tarde para que nos dé tiempo de terminar.
En cualquiera de los dos casos, estás perdiendo horas de sueño y por ende no estás durmiendo lo suficiente para que tu cerebro trabaje como debería.
Todo lo que tiene que ver con éxito, alcanzar metas y sueños, pero en este caso, estudiar, requiere de que descanses lo suficiente para mantenerte activo y es que, al final del día eres un ser humano que necesita descanso y reponer energías.
Además, una de las ventajas de dormir es que durante esas horas de sueño, logras sintetizar todo lo que aprendiste durante tu sesión de estudios.
Es decir: mientras duermes las horas suficientes para reponerte de tu esfuerzo, también estarás consiguiendo que esos conocimientos se queden mejor almacenados en tu cabeza.
9. Ponte cómodo
Si vas a tener una larga sesión de estudio, asegúrate de sentirte cómodo pero no tanto hasta el punto de poder caer dormido incluso estando sentado con un libro en las manos.
Cuando me refiero a comodidad no sólo hablo del sitio o la ropa que vistes, sino también de prepararte y buscar todo lo que te puede hacer perder tiempo con antelación.
Eventualmente te dará sed, así que mantén una bebida cerca de ti sin necesidad de ir hasta la nevera para no distraerte, lo mismo ocurre con el aperitivo que necesitarás a mitad del estudio.
También intenta escoger horas en las que no te sientas muy agotado o sino caerás directo a los brazos del sueño.
Yo siempre tomo una botella de agua o mi bebida favorita junto con algunos bocadillos, me siento en mi escritorio con suficiente iluminación y empiezo a leer.
¿Cómo mejorar la concentración en el estudio?
Una de las principales cosas que necesitas es empezar a ponerte metas de estudio y pensar en el por qué estás aquí y cuál es tu propósito con ello.
El estudiar se vuelve tan difícil cuando sólo lo estás haciendo como una obligación o porque simplemente, debes hacerlo.
¿Alguna vez te has detenido a pensar cómo te ayudarán los estudios para conseguir tus sueños?
Apuesto que no y si lo has hecho, igual no llegas a lo más profundo de ese pensamiento.
Cuando logres visualizar todo lo que puedes conseguir si tan sólo le pones un poco más de esfuerzo a tus estudios, veras como conseguirás toda la concentración que necesitas.
O al menos, parte de ella.
Si te es muy difícil pensar en cómo te ayudarán, entonces pasa al por qué estás allí.
Todo es cuestión de que busques las razones de tus estudios, incluso cuando estás en algo por obligación, más allá de un “porque me obligaron” siempre hay un motivo oculto por el cual debes esforzarte un poquito más en descubrir y dar con él.
Una vez tengas esto claro, comienza a marcarte tus metas de estudio.
Hay muchas formas de hacerlo, pero personalmente te recomiendo que por cada examen o evaluación que se acerque ponte una nota mínima o mejor aún, la que deseas sacar.
Cada vez que tenía un examen, siempre pensaba, “quiero sacar esta nota” y aunque no todo el tiempo lo conseguía, era una forma de nunca conformarme con mucho menos.
Cuando estás en la universidad o secundaria a punto de finalizar, es mucho más simple buscar una forma de concentrarte.
Piensa en qué harás una vez finalices esos estudios y verás lo simple que se vuelve.
Es como ponerse cualquier otra meta pero estas estarán más dirigidas hacia tus estudios y todo lo que conseguirás con ello.
Ya de por sí proponerse una no es nada fácil si consideramos lo difícil que es ser específicos en cuanto a ellas.
De igual forma, no te preocupes, contrario a lo que crees, lo que más a hecho que pueda concentrarme y no sólo en mis estudios, ha sido pensar en el por qué lo estoy haciendo.
Cada vez que tenía que sentarme en la mesa a leer sin parar y memorizar ciento de cosas, pensaba en todas las razones y en dónde quiero estar una vez termine esa tortura.
Siéntate unos minutos y reflexiona en ellos, una vez estés listo con eso, comienza a pensar en tus metas de estudio y ve enumerando una por una hasta que con el tiempo, vayas tachando y completando cada una de ellas.
Estudiar es un dolor de cabeza, por más que consiga concentrarme y hacerlo, no puedo mentirme en que es un poco fastidioso.
Sin embargo, es algo que necesitamos hacer para cumplir nuestras metas y sueños.
Hubo una época en la que también perdía la concentración muy fácil, así que no creas que fui “perfecta” en eso desde el inicio.
También tuve que pasar por el proceso de concentrarme y memorizar mejor y justo por eso, sé que te irá increíble cuando apliques estos 9 trucos personales.
¿Cómo consigues tú concentrarte para estudiar? Déjame un comentario aquí abajo y cuéntamelo.