Las 12 diferencias entre los buenos amigos y la gente tóxica
Publicado el 25-01-2017En la amistad hay una regla que no está escrita pero que se debe cumplir: tú estarás ahí para mí, y yo estaré ahí para ti también.
Hay momentos en la vida en los que conoces a alguien y de forma natural conectas con esa persona, y te sientes tan cómodo al lado de él o ella que los minutos a su lado parecen pasar volando.
Así es como yo me sentía con mi amiga Marian… hasta que un día me di cuenta de que no era una buena amiga. En realidad era una persona tóxica para mí.
Nos conocimos en clase cuando teníamos 16 años, y parecía que lo compartíamos todo juntas: mismas aficiones, mismos intereses, las mismas experiencias…
Cuando le contaba mis problemas, ella sólo me decía que no tenían tanta importancia como yo creía, y de inmediato hacía planes para que saliésemos a divertirnos o me contaba lo que le había pasado con su familia o con el chico que le gustaba.
Si ella sacaba mejores notas que yo en un examen, lo celebrábamos comiendo fuera de casa; pero si era yo quien tenía mejores notas que ella, misteriosamente ese día no se encontraba bien y prefería quedarse sola en su casa.
Con el tiempo empecé a darme cuenta de que yo la escuchaba y apoyaba cada vez que le pasaba algo, pero no tenía ese mismo apoyo por su parte.
Yo sí estaba ahí para ella, pero ella sólo estaba ahí para mí cuando tenía algún interés que yo le podía dar.
¿Sientes que tú también estás en una situación así ahora mismo? ¿No sabes si tus amistades son buenos amigos, o en realidad sólo son personas tóxicas que no te hacen ningún bien?
Aquí descubrirás si hay una verdadera amistad entre vosotros gracias a estas 12 señales que diferencian a los buenos amigos de la gente tóxica.
12 grandes diferencias entre buenos amigos y personas tóxicas
1. Los malos amigos sólo te llaman cuando te necesitan
Hay muchísimos motivos por los que quizás tus amigos y tú no os veais tanto como os gustaría: trabajos, estudios, la familia, mudarse a otras ciudades…
Pero un buen amigo siempre te tendrá en su mente, y cuando tenga un momento libre te llamará para ver cómo te va, si estás bien, y compartir contigo las experiencias que ha vivido desde la última vez que hablasteis.
No lo hace porque se encuentre solo, o porque no tenga a nadie más con quien hablar: lo hace porque realmente se preocupa de ti y te extraña.
¿Y qué pasa con los malos amigos? A ellos no les importa mucho si has atravesado una época dura y necesitas su apoyo.
Sí, quizás cuando te llamen te pregunten qué tal estás, o si necesitas que te echen una mano. Pero todo eso es tan sólo una pequeña farsa para pedirte algo.
En el primer minuto que vean que has bajado la guardia, te preguntarán si todavía tienes esa bicicleta que te prestaron, o tus planes para el fin de semana porque no hay nadie de su círculo de amigos que esté disponible para el sábado.
2. Los buenos amigos te animan a hacer tus ideas realidad
A los buenos amigos no les preocupa que tú te conviertas en alguien exitoso ni que tengas ideas brillantes que quieras hacer realidad.
Ellos se preocupan de verdad por ti, quieren verte feliz, y por eso si les cuentas los planes que tienes para un nuevo proyecto te apoyarán y te animarán para que sigas adelante con ello.
Eso no quiere decir que no te den su opinión sobre tus ideas, o que te digan los posibles fallos que ellos ven desde su punto de vista. De hecho, eso también significa que son buenas personas contigo.
Un buen amigo no es sólo el que te alaba y te dice lo que haces bien: también es el que te da su opinión en lo que has hecho mal desde el cariño y el respeto que tiene por ti para que seas una persona mejor.
Sin embargo, las personas tóxicas actúan de manera muy distinta en este tipo de situaciones.
Si les cuentas las ideas que tienes, y ven que son buenas, intentarán desanimarte y hacer todo lo posible para que no las cumplas.
¿El motivo? Pueden ser muchos: celos, envidia de que se te haya ocurrido algo mejor que a ellos, miedo a que triunfes y ellos se queden atrás…
3. Los verdaderos amigos te aceptan tal y como eres
Un amigo es esa persona que te da toda la libertad para ser tú mismo y sentirte como quieras. Eso es querer de verdad a alguien con quien tienes una bonita y verdadera amistad.
¿Tus amigos te aceptan tal y como eres? ¿O constantemente intentan que te gusten otras cosas, o que aceptes ciertas ideas con las que en el fondo no estás de acuerdo?
Si estás en el segundo caso, lo más probable es que tengas una amistad tóxica con esa persona.
Quizás te digan que otro tipo de ropa te sentaría mejor porque quieren ayudarte, o sean los típicos amigos que siempre te animan a tomarte una cerveza más antes de volverte a casa.
Este tipo de cosas, aunque parezcan inocentes, si te las repiten más habitualmente de lo que deberían es porque en realidad tu amigo o amiga no te acepta tal y como eres, y quiere cambiarte.
4. La gente tóxica te critica y te juzga
Los amigos tóxicos aprovechan que conocen bien tus sentimientos para utilizar tus emociones y atacarte. Esto lo hacen por razones parecidas a las del punto anterior, como tenerte bajo su control y manejarte como ellos quieren.
Criticándote constantemente y juzgándote lo que quieren es destruir tu autoestima poco a poco para que así te veas indefenso, y acudas a ellos en busca de su protección.
Quieren tenerte pegado a ellos sin importar el daño que te puedan causar para poder usarte en el momento en que tengan más interés.
Los buenos amigos hacen todo lo contrario: cuidan de ti y les preocupa hacerte daño sin querer.
Además saben que una verdadera amistad es aquella en la que hay libertad por las dos partes para pensar o decir lo que se quiera, y donde cada uno debe tener sus propias ideas y no ser la marioneta del otro.
5. Los buenos amigos saben guardar un secreto
Los amigos de verdad valoran muchísimo sus relaciones; y por eso saben que cuando les cuentas un secreto, decírselo a otra persona sería una gran traición.
Por ese motivo son fieles y mantienen la boca cerrada si tú les cuentas algo en privado. Para ellos, es una forma de demostrarte lo mucho que te aprecian.
En cambio los malos amigos no cuidan tanto este aspecto. No les importa contar tus secretos a otros porque realmente no te valoran como una persona especial para ellos.
De hecho, si se les acerca alguien de quien puedan sacar más intereses que de ti, no tienen ningún reparo en chismorrear a tus espaldas si es preciso.
6. Los malos amigos hacen que dudes de ti mismo
Un buen amigo siempre te valorará por quién eres, aceptándote tanto con tus virtudes como con tus defectos. Si se hizo amigo tuyo fue porque vio en ti a alguien especial sin importar los fallos que tuvieses.
Sin embargo, las personas tóxicas no piensan de la misma forma. Quizás se hicieron amigos tuyos por pura casualidad, por interés, o por otro motivo que sólo ellos conocen.
Y ese tipo de razones egoístas son las que luego les han llevado a intentar manipularte para que dudes de ti mismo.
Si no estás seguro de lo que haces, de lo que dices, o incluso de lo que sientes, ellos podrán seguir manejándote siempre que quieran a su antojo, y sacar el mayor provecho que puedan de ti.
7. Un verdadero amigo celebra tus triunfos contigo
Los falsos amigos no se alegran por ti cuando consigues un éxito o haces algo mejor que ellos; los celos les devoran por dentro e intentan no darte crédito por lo que has conseguido.
Por eso nunca les verás alegrarse o celebrar contigo una de tus victorias, ni siquiera las más pequeñas.
Los buenos amigos actúan de forma contraria. Ellos son felices cada vez que alcanzas tus objetivos porque saben que esas cosas son importantes para ti.
Y sólo quieren estar orgullosos de lo que tú has conseguido porque valoran tener a su lado a un persona que lucha por lo que desea.
8. Los amigos tóxicos nunca admiten sus errores
Tener un amigo no significa que todo sea siempre de color de rosa: a veces también hay problemas o malentendidos como en cualquier relación humana.
Pero la diferencia entre una amistad verdadera y una tóxica es que un buen amigo estará dispuesto a hablar de ello, y un mal amigo no.
Los amigos reales, cuando surgen problemas, están dispuestos a solucionarlos hablando, analizando qué ha pasado para que todo vuelva a estar igual que antes.
Los malos amigos ni siquiera querrán empezar a hablar de lo que ha pasado. Ellos creen que están por encima de eso, y que siempre debes darles la razón.
Y no importa si han sido ellos los que han cometido el error o no, porque nunca lo admitirán e intentarán que creas que fuiste tú el que tuvo la culpa por lo que pasó.
9. Los buenos amigos respetan tu privacidad
Todos necesitamos nuestros momentos para estar solos. A veces nos apetece aislarnos del mundo para ordenar nuestros pensamientos, disfrutar de esa soledad, o simplemente dejar nuestra mente en blanco.
Y los buenos amigos respetan que quieras tener esa privacidad y no les importa que una tarde no salgas con ellos porque necesites unas horas para estar a solas contigo.
Los malos amigos se molestarán mucho contigo. Te harán mil preguntas para saber por qué quieres estar solo en vez de con ellos (especialmente si les interesa estar contigo por alguna razón).
E intentarán que te sientas mal diciéndote que les estás abandonando y que no puedes hacerles ese tipo de cosas.
10. A las personas tóxicas no les gusta que tengas otros amigos
Todos tenemos distintos círculos de amigos: unos son compañeros de trabajo, otros son nuestros amigos del colegio, también nuestros familiares, o incluso amistades que hacemos a través de foros o grupos en Internet.
Y un buen amigo entiende perfectamente que te relaciones con otras personas, porque los seres humanos somos individuos sociales; y hablar y compartir ideas con otros es lo que nos hace crecer y expandir nuestras mentes.
Pero las personas tóxicas no lo ven así. Creen que cualquiera que no sea ellos es una amenaza para vuestra supuesta relación de amistad.
Piensan que te vas a dejar llevar por otro y que les vas a abandonar, y por eso no les hace ninguna gracia que tengas otros amigos con los que puedas reír y compartir buenos momentos.
11. Los malos amigos necesitan tener siempre la razón
Una de las cosas más maravillosas de tener amigos es poder charlar con ellos. A veces son conversaciones divertidas con las que olvidar tus problemas y reírte hasta de la cosa más tonta.
Y otras son charlas más profundas para intercambiar opiniones sobre todo tipo de temas.
Así es como conseguimos descubrir otras aficiones, otras culturas, otras formas de ver la vida: escuchando el punto de vista de alguien que tiene sus propias ideas.
Por desgracia, la gente tóxica sólo admite una cosa: que todos los demás piensen igual que ellos.
Si tienes otras ideas u opiniones distintas, te harán cambiarlas para que coincidan con las suyas; siempre necesitan llevar la razón, y por eso harán lo imposible para convencerte de que ellos están en lo correcto y tú no.
12. Un amigo de verdad te respeta y te quiere
El punto más importante de cualquier tipo de relación, ya sea amistosa, romántica, o incluso familiar, es siempre tener respeto y querer a la otra persona por lo que es, y no tratarla de manera despectiva nunca.
Eso es lo que hacen los buenos amigos: respetarte al igual que tú les respetas a ellos, valorarte y tener cariño y amor por ti.
Y como ya puedes imaginar, los malos amigos no suelen cumplir con esta norma. Si tienen que herir tus sentimientos para conseguir lo que desean, les dará igual y lo harán de todos modos.
Si necesitan hacerte cambiar de idea para su propio beneficio, no tendrán ningún escrúpulo en manipular tu mente para lograr su objetivo.
Y eso significa que el respeto que deberían tener por ti no existe, y por supuesto es un signo de que en realidad no te quieren o ni siquiera te tienen el cariño que tú te mereces.
Estas son sólo algunas de las diferencias que hay entre los buenos amigos y la gente tóxica; pero lo que siempre debes recordar es que nunca debes dejar que nadie intente cambiar quien eres.
Rodéate de aquellos que mejoren tu vida, de esas personas con las que sientas que puedes expresar tus opiniones, y que te hagan sentir querido de verdad, y echa a patadas a todo el que no te valore por ser tú mismo.
La vida es demasiado corta para pasarla con gente que sólo malgasta tu tiempo o tu amistad.