Así es como ganas dinero desde casa mientras cuidas de tus hijos

Publicado el 30-04-2014

Trabajar desde casa cuando tienes hijos tiene sus ventajas: puedes pasar más tiempo con ellos y ahorras en gastos de guarderías; pero también tiene sus inconvenientes, como contestar llamadas o emails urgentes a la vez que tienes que preparar la merienda de tus pequeños.

¿Es posible combinar las dos cosas? Sí, con organización y pequeñas tareas podrás trabajar a la vez que disfrutas de tus hijos si sigues los consejos que aparecen a continuación.

Cómo puedes organizarte tú (sin volverte loca)

1. Despiértate más pronto

No es algo popular, pero es una buena solución para trabajar desde casa. Despiértate una hora o dos antes de que tus pequeños se levanten para ver su programa favorito de televisión, e invierte ese tiempo en organizar el día o adelantar algo de trabajo.

2. Haz que tu pareja te ayude

La colaboración con tu media naranja se suele dar por hecho, es lo que constituye el compromiso del matrimonio, pero no siempre es algo obvio. Hablad sobre establecer una serie de tareas u horarios para cada uno como por ejemplo darles el desayuno, o llevarles al parque para que el otro pueda trabajar desde casa tranquilamente sin el bullicio de los niños.

3. Haz que trabajar desde casa sea como un trabajo en una oficina

Establece unos horarios de trabajo y no te distraigas. Cuando estás trabajando, céntrate en eso, y si quieres tomarte 5 o 10 minutos para jugar con tus hijos, hazlo.

Pero asegúrate de estar o trabajando o jugando, y no las dos cosas al mismo tiempo, porque si no terminarás por no hacer ninguna (o hacerlas solo a medias).

 

4. Construye tu propio espacio de trabajo

¿Tienes una habitación en casa que casi no uses, o dónde sólo guardas la tabla de planchar? Úsala como tu propia oficina. Tus hijos necesitan darse cuenta de que estás trabajando porque de lo contrario te pedirán cosas a cada segundo.




Por eso escoge una habitación de tu casa que no uses, y pon allí tu ordenador y otros materiales que necesites en vez de estar llevando tu portátil de una habitación a otra.

Así tus hijos sabrán que cuando estás en esa habitación es porque estás trabajando, y que no deberán molestarte (a menos que sea algo importante, claro).

 

5. Crea listas de cosas que hacer

Haz listas (por ejemplo, antes de que tus hijos se despierten) en las que recojas lo que tienes que hacer durante el día. Así conseguirás recordar mejor qué es lo siguiente que tienes que hacer al trabajar desde casa cuando por ejemplo vuelvas del parque con los niños, o después de haberles dado la merienda y jugado con ellos.

6. Intercambia tiempo con otra madre

Si tienes una amiga o una vecina que tenga que trabajar desde casa para cuidar de sus pequeños, podéis planear el cuidar de los hijos de la otra durante un par de veces a la semana.

Un día ella puede cuidar de tus hijos y así tener tú tiempo para finalizar algún proyecto o adelantar algo de trabajo sin tener que gastar dinero en una niñera o en una guardería, y viceversa.

7. Saca algo de tiempo para ti misma

Trabajar desde casa y a la vez cuidar a los niños a veces puede ser una tarea donde para la última persona que tienes tiempo es para ti misma. Por eso debes organizarte para sacar algo de tiempo cada día para ti, ya sean 30 minutos o 2 horas.




Aprovecha el tiempo de la siesta de tus hijos para comer tranquilamente mientras ves algo en la tele o lees un libro, o sal a tu jardín o terraza y relájate sin hacer nada.

8. Contrata a una niñera

Si puedes permitirte el contratar a alguien para cuidar de tus hijos (incluso aunque trabajes en casa), no lo dudes y hazlo. La niñera tendrá la oportunidad y las capacidades para hacer que tus pequeños ocupen su tiempo y disfruten de otras actividades que no sean jugar con tu ordenador mientras tú trabajas.

Cómo puedes organizar a tus hijos (y no morir en el intento)

1. Lleva a tus hijos con sus abuelos

Probablemente ya sabrás esto (y lo habrás hecho alguna vez). Esta es una buena manera de que tus hijos estén más cerca de sus abuelos y les aprecien más. Sin embargo, no es una solución permanente.

Los abuelos y abuelas son buenos y adoran a sus nietos, pero no son responsables de su comportamiento (incluso a veces les permiten demasiado y pueden llegar a malcriarlos).




Guarda esta posibilidad para cuando tengas un gran proyecto que necesite ser entregado urgentemente, o para un día del fin de semana en el que no tengas que trabajar desde casa y quieras pasar algo de tiempo a solas con tu pareja.

 

2. Aprovéchate de la hora de la siesta

Acostumbra a tus hijos a que se echen una siesta a media mañana o después de comer. Al dormirse, los niños reponen energías y se relajan al mismo tiempo.

Pero tú también puedes sacar beneficio de ello: puedes trabajar en silencio durante ese tiempo, realizar llamadas importantes, y planear grandes proyectos mientras los pequeños están durmiendo.

3. Enséñales a jugar por sí mismos

Esto es más fácil cuando son dos niños en vez de uno. Haz que jueguen el uno con el otro a juegos de mesa que no sean muy ruidosos, que pinten un dibujo entre los dos, o incluso que jueguen a algo en el ordenador (hay juegos educativos con los que desarrollarán su mente y creatividad mientras se divierten).

También puedes sacar ropa que ya no uses, dársela, y que se disfracen y dejen correr su imaginación. Evita la fácil alternativa de sentarles en el sillón y ponerles un DVD.

4. Coordínalos

Si tienes más de un hijo, probablemente piensen que cada vez que juegan deben hacer cosas como peleas de almohadas. No es malo, pero puede terminar un poco mal. Explícales cuánto deben quererse y que deben colaborar el uno con el otro en hacer tareas más relajadas.

Si no funciona, crea una especie de “premio” para el niño más tranquilo. Esto sí debería funcionar porque la gente nace para ser competitiva.

 

5. Haz que jueguen fuera

El contacto con la naturaleza es algo placentero y pedagógico, especialmente para los niños. Anima a tus hijos a que salgan a jugar al jardín, a la terraza, u otro sitio al aire libre. Si es algún lugar fuera de tu casa o de tu recinto de viviendas, ve tú con ellos (por ejemplo, a un parque).

Mientras ellos estén jugando y divirtiéndose, puedes aprovechar para tomarte un momento de descanso, leer un libro, o repasar el trabajo que hayas hecho durante el día. ¿Crees que así serás un mal padre o madre? No deberías. Recuerda todas esas veces en las que deseaste salir a jugar con tus amigos pero no tenías tiempo o tus propios padres no te dejaban.

 

6. Enséñales a ser organizados en casa

A los niños les encanta sentir que se les trata igual que a los adultos, por eso encárgales tareas fáciles del hogar. Haz que organicen y ordenen su ropa y los juguetes de su cuarto, dales un pequeño cepillo de barrer o un cubo y una fregona de juguete.

Estos trabajos les tendrán ocupados sin hacer mucho ruido, aprenderán a desenvolverse en las tareas del hogar para el día de mañana, y tú tendrás tiempo para realizar tu trabajo desde casa cómodamente.