Cómo hablar de tus debilidades en una entrevista de trabajo
Publicado el 19-01-2017Ya lo has conseguido: estás en la entrevista de trabajo para ese empleo que tanto deseas conseguir. Hablas de tus anteriores puestos, de tus fortalezas y de lo que sabes hacer.
Todo va mejor de lo que habías planeado, y sientes que el trabajo ya es tuyo. Pero de repente el entrevistador te hace la gran pregunta:
¿Cuál cree usted que es su mayor debilidad y cómo le podría afectar en este puesto?
Quizás no te esperabas esta pregunta, o puede que te ponga demasiado nervioso contestarla; un fallo así puede arruinar todo lo que hasta ahora habías contestado bien, y hacerte perder esta oportunidad laboral.
Después de hablar con varios reclutadores profesionales, he creado esta guía en la que voy a enseñarte cómo responder en una entrevista de trabajo a las temidas preguntas sobre tus debilidades personales para que consigas ser el mejor candidato para el puesto.
Además de explicarte aquí cuáles son las posibles preguntas que te van a hacer elaboradas por Fintonic, y cuáles son las mejores respuestas que puedes dar, te daré también algunos ejemplos para que puedas memorizarlos y acudir a tu cita sin tantos nervios.
¿Por qué los reclutadores te preguntan sobre tus debilidades?
Muchas personas, cuando se acerca el momento de ir a la entrevista de trabajo, cambian completamente su actitud y empiezan a volverse negativas frente a esa situación.
¿Por qué? Porque en el pasado han tenido malas experiencias en otras entrevistas con preguntas relacionadas con sus debilidades, y no han logrado el puesto que querían.
Sin embargo, los reclutadores no hacen estas preguntas para que pases un mal rato, ni buscando una lista de posibilidades para no contratarte. Todo lo contrario.
Lo hacen para ver si tú eres el mejor candidato y si el puesto sería ideal para ti por razones lógicas como:
- Comprobar cuál es tu personalidad y qué carácter tienes
- Ver si eres una persona que te valoras a ti mismo
- Saber si eres consciente de tus defectos y eres una persona madura dispuesta a admitir tus fallos
No todos somos aptos para trabajar en un mismo sitio; hay personas que por su personalidad abierta son ideales para trabajar de cara al público, y a otras les faltan habilidades para tratar con otras personas.
Por eso es importante saber siempre cuáles son nuestras debilidades, y cuáles nuestras fortalezas y talentos, a la hora de buscar un empleo en el que no sólo encajemos, sino que también encaje con nosotros.
Y sobre todo no dejes que las malas experiencias que has vivido en el pasado te afectan para las entrevistas de trabajo que tienes ahora.
Ve siempre lo mejor vestido que puedas para el puesto, con las respuestas bien preparadas, y sobre todo con una mente positiva que demuestre al reclutador que estás motivado y quieres conseguir el trabajo.
3 errores que debes evitar al hablar de tus debilidades en una entrevista de trabajo
1. No saber cuáles son tus debilidades
Somos humanos, y al igual que tenemos muchos talentos, todos también tenemos ciertos puntos débiles. Y no pasa nada por admitirlo. De hecho, hacerlo es un signo de madurez e inteligencia.
Pero imagínate que vas a una entrevista de trabajo y cuando te preguntan cuál es tu mayor debilidad no sabes contestar, o dices que no tienes ninguna.
El entrevistador verá en ti a una persona que se pone demasiado nerviosa ante un pequeño obstáculo, o pensará que eres alguien prepotente que se cree superior a los demás y que no tiene fallos.
Así que si no sabes qué debilidades tienes, toma un test de personalidad, apunta los resultados, y luego pregunta a personas que te conozcan para que ellos te den una respuesta sincera.
Seguramente si no sabes cuáles son tus debilidades, tampoco sepas qué fortalezas tienes, y eso puede hacer que tu entrevista de trabajo vaya mal. Así que sigue estos consejos si quieres triunfar en tu próxima entrevista de trabajo.
2. Hacer ver tus defectos como virtudes
Seguro que alguna vez has leído o te han aconsejado decir cosas como “mi mayor defecto es prestar demasiada atención a los detalles” para hacer ver ese defecto como una virtud.
Es un gran error y una respuesta que los reclutadores odian porque muchos candidatos utilizan esa estrategia en todas las entrevistas a las que acuden.
De lo que ellos no se dan cuenta es de que con eso sólo demuestran que se centran en una parte del trabajo, y al resto no le dan importancia.
Tampoco intentes hacer ver que antes tenías malos hábitos y que ahora eres una persona mejor porque los has cambiado.
Un buen ejemplo de esto son las típicas personas que dicen “antes tenía la mala costumbre de llegar un poco tarde, pero ahora siempre llego puntual a todos lados”.
Al entrevistador le da igual cómo eras antes: lo que le importa es quién eres ahora.
De hecho, por mucho que digas que ahora te has corregido y que has cambiado, siempre le quedará la duda de si es verdad o es una mentira que le estás contando. Y eso puede ser fatal para conseguir el empleo.
3. Contar todos tus dramas para conseguir el puesto
De nada te va a servir ir a una entrevista de empleo, contar todos los problemas que tienes (incluyendo que necesitas el trabajo porque tu economía está mal) y ponerte a llorar.
Para el entrevistador esa será una situación violenta y se sentirá muy incómodo; además, también puede pensar si en realidad no es una estrategia más y todo lo que le cuentes es mentira.
Y aunque no pase ninguna de estas dos cosas, el reclutador puede llegar a la conclusión de que tienes demasiados problemas que podrían afectar a tu trabajo, y no contratarte por ese motivo.
3 ejemplos de respuestas sobre tus debilidades
Ahora que ya sabes los tres errores que debes evitar al hablar de tus debilidades, y tienes una mejor idea sobre cómo responder si te hacen una pregunta de ese tipo, voy a ponerte algunos ejemplos de frases que los reclutadores pueden hacerte.
1. ¿Cuál es su mayor debilidad?
Esta sin duda es la pregunta a la que le tenemos más miedo. Pero hay varias formas de contestarla para satisfacer al reclutador, como por ejemplo:
“Reconozco que no tengo un buen nivel de inglés ahora, pero estoy intentando aprender a través de un curso online que estoy tomando”.
“Soy un poco desorganizado con mis tareas, aunque tengo una aplicación en mi teléfono que me ayuda a gestionar mejor ese trabajo”.
En las dos respuestas hay algo muy importante para cualquier entrevistador: sinceridad (admites algo en lo que no eres demasiado bueno), y una demostración de que te estás esforzando por intentar mejorarlo.
2. Parece que no tiene mucha experiencia para este puesto…
Esta es la típica pregunta que se hace en una entrevista de trabajo a los candidatos que están buscando por primera vez trabajo, y que tienen como debilidad principal la falta de experiencia.
Lo mejor en este caso es dar una respuesta elaborada para explicar la situación:
“Es cierto. Hasta ahora no he trabajado en este sector porque acabo de terminar mis estudios de tal cosa (también puedes decir que hasta ahora no te han dado todavía la oportunidad de hacerlo).
Pero tengo muchas ganas de conseguir mi primer empleo en esto y una gran motivación por empezar a poner en práctica mis conocimientos cuanto antes.
Además creo que al no haber trabajado en un puesto así antes, podré adaptarme más fácilmente al ambiente de trabajo que tienen en su empresa”.
3. Le noto algo nervioso…
Es muy normal estar nervioso antes de una entrevista de trabajo; algunas personas se ponen nerviosas en mayor medida, y otras consiguen calmarse un poco antes de verse cara a cara con el reclutador.
Sea cual sea tu caso, lo mejor es que respires hondo unas cuantas veces contando hasta tres mentalmente, sueltes el aire, y pienses en la otra persona como un amigo en vez de alguien que va a contratarte.
Si aún así el entrevistador te nota nervioso y te pregunta por ello, puedes darle esta respuesta:
“Sí, me encuentro algo nervioso. Cuando algo me importa de verdad, siento cierta ansiedad por lograrlo y hacerlo lo mejor que pueda.
Soy una persona transparente en cuanto a mis sentimientos, y cuando estoy cerca de conseguir algo que es importante para mí, no puedo evitar sentirme un poco inquieto”.
Lo realmente importante en cualquier entrevista de trabajo es que seas sincero, que se te vea como una persona que realmente desea conseguir el puesto, y ser tú mismo mostrándote natural.
Prepara bien todas las posibles preguntas que puedan hacerte y cómo vas a contestarlas. Y si finalmente no te contratan ¡sigue adelante!
No te rindas y vuelve a aplicar a otras ofertas de empleo: la constancia es fundamental para no desanimarte, y cuando menos lo esperes te llamarán para decirte que el puesto es tuyo.
¿Qué otros consejos tienes tú para hablar de tus debilidades en una entrevista de trabajo? Déjame un comentario aquí abajo contándome tus experiencias.