11 señales para saber si eres una persona perfeccionista

Publicado el 09-08-2016

¿Eres una persona perfeccionista? ¿Crees que todo lo que haces tiene fallos y que se puede mejorar, aunque eso te cueste tu salud y tu dinero?

Un perfeccionista es una persona que se niega a aceptar las cosas como son, y siempre está buscando errores para arreglarlos y llegar a la perfección.

No es malo querer mejorar alguna actitud o desear hacer mejor tu trabajo;  pero este tipo de personalidad sí puede llegar a ser peligrosa si no la sabes controlar bien.

Para un perfeccionista, cualquier cosa que no sea magnífica es inaceptable.

Pero lo perfecto no existe: nada ni nadie lo es.

Y por eso, este tipo de personas suelen decepcionarse a menudo y frustrarse cuando comprueban que no pueden hacer más por mejorarse a ellas mismas o lo que hay a su alrededor.

Reconozco que he sido una perfeccionista durante muchos años, y eso sólo me trajo sufrimiento y decepción a mí misma.

Así que aquí te dejo 11 señales para que descubras si eres un perfeccionista o no, y qué cosas deberías cambiar de tu personalidad.

 

11 señales que indican que eres una persona perfeccionista

 

1. En tu vida no hay lugar para los errores

Cada vez que ves un error, tú eres el primero que salta sobre él y lo intenta corregir.

El problema es que esto no lo haces sólo sobre objetos o cosas: también castigas a los demás por sus errores, y sobre todo te castigas a ti por ello.

Esta actitud puede ser muy peligrosa porque así sólo conseguirás alejar a los que te quieren de tu lado, y tú te harás daño por no ser como crees que eres.

 

 

2. Las cosas se deben hacer SIEMPRE a tu manera

Muchas veces, las personas no quieren acercarse a ti o no te entienden porque eres demasiado específico sobre cómo se deben hacer las cosas.

Siempre que algo no está en su sitio o no te gusta, no es aceptable para ti. Y lo peor es que si no se hace como tú deseas, lo criticas de forma extrema.

Por eso para ti es difícil encontrar gente con la que trabajar a gusto, porque crees que nadie hace las tareas como a ti te gustaría.

Pero de lo que quizás no te hayas dado cuenta es de que a los demás tampoco les gusta trabajar contigo por todas tus exigencias.

 

 

3. Lo haces todo o no haces nada

Para ti la vida es extrema: o todo o nada. O lo haces perfecto, o te quedas parado  sin ni siquiera intentarlo.

Todo lo que hay entre medias no es válido para ti.

Y por este motivo muchas veces no alcanzas tus metas; si no vas a poder hacerlo perfecto, ¿para qué intentarlo siquiera?

 

 

4. Sólo te importan los resultados

Las personas perfeccionistas no disfrutan del viaje de hacer algo y las enseñanzas del camino.

Da igual lo que haya que hacer o qué se necesita para conseguir ese objetivo. Lo único que te preocupa es que el resultado sea excelente.

 

 

5. Eres demasiado duro contigo mismo

Cada vez que algo sale mal, te golpeas y te haces daño a ti mismo. Te da lo mismo que sea tu culpa o que haya salido mal por un pequeño detalle.

Siempre eres demasiado duro contigo y te sientes extremadamente mal por cualquier fallo durante mucho, mucho tiempo.

 

 

6. Te deprimes si no consigues tus objetivos

A menudo te sueles obsesionar con aquellas cosas que no han salido como tú pensabas o querías.

Le das vueltas y vueltas en tu cabeza a preguntas como “¿y si hubiese hecho esto? ¿o no hubiese cometido este fallo?“.

Pero lo más importante es que sueles sentir que todo debe de ser tu culpa si no llegas a tus metas perfectas o deseadas.

 

 

7. Tienes normas demasiado estrictas

Sea lo que sea para lo que te prepares (lograr una meta, realizar una actividad, o comportarte de un modo concreto), en tu mente establecerás unas reglas muy específicas y estrictas.

Y a veces estas normas te llegan a estresar tanto que pierdes un poco – o más bien bastante – los nervios.

Lo peor de todo es que al ser una persona tan perfeccionista, llega un momento en que estas reglas te paralizan y no haces NADA por conseguir tus objetivos.

Crees que todo lo debes hacer tan perfecto que dejas de trabajar en alcanzar tus metas por miedo a que no llegues a esa perfección a la que aspiras.

 

 

8. Para ti el éxito nunca es suficiente

Hagas lo que hagas, para ti siempre hay una cima más alta que alcanzar. Nada es lo suficientemente bueno para ti.

Si consigues algo, quieres que sea el doble de bueno; si logras que sea el doble de bueno, quieres que eso sea el triple mejor.

Esta es una buena cualidad porque eso significa que te gusta mejorar las cosas. Pero la parte negativa es que nunca eres feliz con los resultados, y siempre quieres más.

 

9. Retrasas tus tareas porque “no es el momento adecuado”

Los perfeccionistas tienen una cosa en común: la procrastinación. Siempre están esperando el mejor momento para hacer o conseguir algo.

Si eres una persona perfeccionista, sólo querrás comenzar tus proyectos cuando estés preparado para poder hacer tu trabajo de la forma más perfecta.

Sin embargo, a veces este “momento de inspiración” nunca llega, y te quedas ahí parado sin hacer nada ni tomar acción para lograr lo que deseas.

 

 

10. Ves errores donde otros no los ven

Aunque esto puede significar que sólo eres una persona que se fija mucho en los detalles, los perfeccionistas suelen detectar errores o fallos a una distancia demasiado larga.

A veces estos errores son reales. Pero muchas otras son sólo fallos imaginarios o medio ciertos.

 

 

11. A veces pasas demasiado tiempo perfeccionando algo

Para ti, la perfección es tu objetivo final. Y no importa cuánto tiempo y esfuerzo inviertas en conseguirlo.

Incluso sueles sacrificar tus horas de sueño, tu tiempo personal, y tu ocio por hacer algo a la perfección.

Para ti esto es una parte fundamental para lograr tus objetivos.

 

 

Después de leer las señales de arriba, ¿crees que eres una persona perfeccionista? Déjame un comentario aquí abajo y dime cuáles de los 11 signos de arriba tienes tú.