11 tipos de emprendedores exitosos. ¿Cuál eres tú?
Publicado el 26-01-2016Si te pregunto cuál es para ti la imagen típica de un emprendedor, puede que pensases en una persona que ha dejado todo – incluido su trabajo – para adentrarse en el mundo de los negocios.
O quizás creas que es alguien que supo sacar partido de una adversidad y convertirlo en una empresa de éxito.
Esas son buenas definiciones; pero la realidad es que sólo describen una pequeña parte de los tipos de emprendedores que existen.
Hoy en día hay toda clase personas que se deciden a abrir su propio negocio: los que quieren cambiar el mundo, los que lo hacen por necesidad, los visionarios, los especialistas…
¿Quieres saber cuál eres tú?
Aquí descubrirás el tipo de emprendedor que hay en ti, y qué características debes potenciar y cuáles evitar si quieres ser uno de ellos.
11 tipos de emprendedores exitosos
1. El emprendedor de bajo coste
Este tipo de emprendedor tiene una gran pasión por construir su propio negocio y ser su propio jefe, y está dispuesto a arriesgarse a hacerlo incluso cuando los números se lo impiden.
Aunque no tenga capital suficiente para comenzar el emprendimiento que desea, sabe reducir los márgenes al máximo para arrancar y rentabilizar su negocio.
Para conseguirlo, elimina aquellos gastos que no son necesarios (como una oficina, un local, un intermediario) pero también prescinde de los detalles pequeños que pueden hacer un producto más caro.
Utiliza además un modelo de negocio que ya existe en el mercado (un producto o servicio que funciona y que ya está en circulación) y le da la vuelta para que el coste sea mucho menor.
El error que suele cometer es descuidar la gestión de la empresa.
Este emprendedor intenta hacer la mayor parte de tareas él mismo para ahorrar gastos, y por eso a veces se centra en otras actividades de su empresa, descuidando áreas como la contabilidad o el contacto con los proveedores.
Por eso es importante que si eres este tipo de empresario prestes mucha atención a todos los sectores de tu negocio.
2. El emprendedor oportunista
Este emprendedor no entra en el mundo de los negocios porque lo necesite, sino porque ve una oportunidad en el mercado.
Identifica a un grupo de compradores que tienen una necesidad (quieren comprar un producto específico o un servicio) pero donde ninguna empresa existente les proporciona lo que quieren.
Es una persona dispuesta a tomar riesgos porque normalmente suelen entrar en negocios que no están probados en el mercado y no tienen la certeza de si funcionarán o no.
Su gran ventaja es que suelen ser vendedores con argumentos muy poderosos, y la competencia es normalmente baja – o no existe – porque nadie ha entrado todavía en ese mercado.
Así que los clientes interesados por lo que ofrecen les reciben con las puertas abiertas.
El gran obstáculo que se encuentran es que, al entrar en un mercado tan específico, el tipo de productos o servicios que pueden vender son limitados.
Así que es importante que se piense cómo se podrá expandir ese negocio en el futuro si los clientes cambian sus intereses por otros.
3. El emprendedor por necesidad
Estos suelen ser personas que crean su propio negocio por necesidad, ya que se ven en una situación económica al límite y necesitan hacer algo para seguir adelante.
Aquí hay dos subtipos de emprendedores: el autoempleador y el autodescubridor.
El autoempleador es aquella persona que ha sido despedida de su trabajo y que no consigue que le contraten en otro empleo, y su necesidad económica le empuja a hacer algo para ganar dinero lo más pronto posible.
Así que decide iniciar un negocio que esté de moda y que le genere buenos ingresos.
La ventaja es que esa “desesperación” hace que sean grandes trabajadores y pongan todos sus esfuerzos en conseguir lo que quieren; pero a cambio, no suelen tener vocación por ese negocio y corren el riesgo de aburrirse rápidamente o que, en cuanto algo salga mal, abandonen.
El autodescubridor también empieza en este terreno por necesidad; pero al contrario que el autoempleador, pronto descubre que ser emprendedor es su verdadera profesión, y es algo que le apasiona y le encanta.
El obstáculo que suele encontrar es que llega hasta aquí por pura casualidad, y eso le supone a veces inestabilidad en su primera empresa o no saber qué pasos debe dar para arrancar su proyecto.
4. El multiemprendedor
Este tipo de emprendedor es el que sabe que en los tiempos que corren todo puede ir bien… o todo le puede salir mal.
Por eso, en vez de iniciar un solo negocio, crea varias empresas en distintos sectores como la tecnología, los servicios, los productos ecológicos…
Así, si una de sus empresas fracasa, sabe que tiene las otras como apoyo económico.
Su virtud es que sabe diversificar sus ingresos y tomar las oportunidades; pero su defecto principal es que es conocer de todo, pero experto en nada.
Le puede más el deseo por tener varios proyectos a la vez que preocuparse de que cada uno de ellos funcione.
Por eso, si eres este tipo de emprendedor, lo mejor es que consolides un negocio antes de comenzar otro.
5. El emprendedor tecnológico
Este es muy parecido al oportunista, sólo que el emprendedor tecnológico se centra en la tecnología para estar en contacto con sus clientes: a través de redes sociales, de chat, de vídeollamada…
Un aspecto favorable que tienen es que suelen crear negocios online, y comparados con los tradicionales, son mucho más baratos (sólo necesitan una página web y no gastan en locales, electricidad, personal, etc.).
Pero el mayor inconveniente es que, al no tener contacto directo con los compradores, deben esforzarse mucho por crear buenas estrategias de marketing digital para atraer clientes, dar a conocer sus productos o servicios, y fidelizar a su público.
6. El emprendedor internacional
Con Internet se han abierto las puertas a los mercados de todo el mundo. Y el emprendedor internacional sabe bien que con este medio puede llegar muy lejos.
Por eso decide emprender fuera de su país para aprovechar la economía de otros territorios que quizás tengan una mejor situación económica que el suyo.
Normalmente, este emprendedor suele comenzar con un negocio o tienda virtual para vender sus mercancías a otros lugares fuera de su país (muchos españoles ofrecen productos ahora a Francia o Reino Unido porque la población tiene más riqueza que en España).
Sin embargo, uno de los aspectos negativos de esto es que en cualquier momento la economía de ese país al que se sirve puede cambiar a peor, y las aduanas suelen ser un osbtáculo si se envían ciertos productos con características especiales.
7. El emprendedor visionario
Este tipo de emprendedor sabe que ha nacido para el mundo de los negocios, le apasiona tener distintos proyectos entre manos, y tiene muy claro que no va a trabajar para nadie salvo para sí mismo.
Cuando crea un negocio, lo hace porque le mueve su intuición, porque cree realmente en ello, y no ve a la empresa como un medio para generar ingresos, sino como algo para cumplir sus sueños.
Por todo eso, el visionario tiene a su favor la capacidad de esforzarse, de trabajar, y de estar constantemente pensando en cómo puede mejorar aquello que ha creado, y de innovar para diferenciarse de su competencia.
Pero también esto juega en su contra, porque suelen ser personas muy testarudas que sólo se guían por lo que ellos creen o lo que les dice su intuición, sin dejarse aconsejar por ningún experto.
Y además, muchas veces tienen tantas ideas fluyendo por su cabeza que se dispersan y no llegan a concretar ninguna de ellas.
8. El emprendedor social
Hay muchos emprendedores que inician empresas no por el dinero ni por cumplir su sueño, sino para ayudar a otras personas.
Lo que les mueve es hacer una diferencia en el mundo. Les apasiona la causa social que eligen, y suelen ser bastante extrovertidos y entusiastas cuando se trata de “vender” su misión.
Los más exitosos son aquellos que consiguen conectar su causa social con una actividad comercial que les ayude a crecer de forma solidaria su empresa.
Un buen ejemplo es Anita Roddick, fundadora de la marca de cosméticos The Body Shop, que se centra en ofrecer productos naturales y ecológicos, y destina parte de sus ganancias a causas solidarias.
El único inconveniente que tienen este tipo de emprendedores es que a veces se involucran tanto en sus causas, que descuidan el negocio que les genera los ingresos necesarios para sostener ese fin solidario.
9. El inversionista
Este tipo de emprendedor suele tener un alto capital que proviene o bien de sus ahorros o de su propio trabajo, y por eso busca nuevas oportunidades de negocio en las que depositar su dinero para hacerlo crecer más.
Por eso, cuando decide crear una compañía e invertir en ella su dinero, por encima de todo busca la rentabilidad. Y esa es precisamente su fortaleza y su debilidad a la vez.
Al querer generar los mayores ingresos posibles, está abierto a todo tipo de opiniones, sugerencias y colaboraciones para que la empresa llegue a lo más alto.
Sin embargo, por esto mismo cuando se encuentran un obstáculo en el camino, suelen abandonar rápidamente el proyecto ya que lo único que les motiva es el dinero. Y se implican muy poco en el día a día de la empresa.
10. El emprendedor por azar
Aunque cada vez son menos, estos tipos de emprendedores han llegado al negocio por pura casualidad. Quizás un amigo o un familiar les propusiese ser socios en un nuevo proyecto, y decidieron decir que sí.
Incluso puede que trabajando en una empresa, el dueño le pidiese unirse a él o ella para administrar juntos la compañía.
La principal característica positiva que tienen es que son decididos, están dispuestos a tomar riesgos, y tienen una gran capacidad para adaptarse a los cambios.
Pero a su vez, como la fortuna les ha sonreído con este “golpe de suerte”, tienden a creer que todo siempre será igual de afortunado, y además les suele faltar implicación en el proyecto porque llegan a donde están por casualidad, no porque lo hayan deseado.
11. El persuasivo
El emprendedor persuasivo es conocido en su sector por ser una persona de prestigio, con ideas innovadoras y una fe inquebrantable en sí mismos y en sus proyectos.
Si tienen una idea, creen en ella hasta el final, y consiguen que los de su alrededor también se apasionen por esos productos o servicios al igual que ellos.
Son muy perseverantes y tienen una alta autoestima, no dejando que nadie influya con sus opiniones en sus negocios.
Un buen ejemplo de emprendedor persuasivo es Steve Jobs, que no paró de luchar por el tipo de producto que quería fabricar y que había soñado incluso aunque eso le valiese el despido de su propia compañía.
Por desgracia, su pasión y su fe en sí mismos también es su maldición.
No dejan aconsejarse por nadie, y los compradores siguen más al emprendedor persuasivo que al propio objetivo o productos de la empresa.
Por eso, cualquier muesca que pueda haber en la imagen de este empresario (una mala acción, una mala reputación, etc.) repercute de forma muy negativa en el negocio y en sus beneficios.
¿Con qué tipo de emprendedor te identificas tú? Déjame aquí abajo un comentario y cuéntame qué emprendedor eres tú.
Me considero emprendedor persuasivo.Me gustan muchisimo sus apuntes son muy buenos gracias por todo que Dios los vendiaga en compañia de la virgen maria.
Muy bueno el emprendedor persuasivo, cree en lo que hace hasta el final. Gracias a ti Fernando!
Emprendedor oportunista es algo que se da conmigo.
Muy buena la información! Gracias!
Enhorabuena! Y gracias!
Me considero como emprendedor por necesidad (autodescubridor).
😉