¿Por qué debes invertir en el Forex?
Publicado el 18-11-2016
Porque vivimos en un mundo globalizado en el que las economías son cada vez más dependientes entre sí y la apreciación o depreciación de una moneda extranjera tiene un impacto en nuestras finanzas.
No te engañes, el mercado de divisas (Forex) lleva con los humanos desde que decidimos crear monedas para facilitar las transacciones entre unas regiones y otras.
Y puesto que cada gobierno tenía una capacidad económica distinta para respaldar sus monedas y que tuvieran más o menos cantidad de oro, los comerciantes han valorado siempre el riesgo de una divisa distinta a la suya en las transacciones.
Ahora ya no se trata de pesar la moneda o de fundirla para saber la cantidad de oro que la respalda, pero sí de ser consciente de que podemos ganar o perder dinero si sólo miramos el mundo a través de nuestra moneda, sobre todo si tampoco la respalda una de las diez mayores economías del mundo.
Este no es un artículo para que especules en el Forex, sino para que entiendas que cualquier movimiento de capitales que haces ya se ve afectado por las divisas y que entiendas que necesitas respaldar la inversión de tu dinero o tu calidad de vida contra la depreciación de tu propia moneda nacional.
Mira si no lo que ha ocurrido en el Reino Unido tras la votación para salir de la Unión Europea. La libra esterlina se ha depreciado contra todas las monedas del mundo.
Poco a poco, la debilidad de la libra hará que los precios de los productos que importan sean más caros, pero hoy todavía los ingleses no son conscientes de las consecuencias del Brexit.
Si no vives en el Reino Unido, la depreciación de la libra te permitirá visitar la isla y comprar más por menos dinero.
La libra, que antes valía mucho más que un dólar o un euro, ahora está cerca de valer lo mismo. De repente, viajar al Reino Unido es más barato y salir de allí, más caro para los británicos.
Pero aun si no eres una persona viajera, si tienes un coche, también sufres la apreciación o depreciación de las monedas. Tu coche se alimenta de combustible y esa materia prima se compra y vende en dólares estadounidenses.
Si el dólar sube, la gasolina subirá y si baja, lo hará el combustible. Si vives en EE.UU. no lo notarás, pero en el resto del mundo, sí.
Lo mismo te ocurre con casi todas las materias primas que se negocian (metales, alimentos, hidrocarburos, etc.). Se ha establecido el dólar como moneda de intercambio y su cotización afecta a los precios de los bienes producidos.
Y si ya eres inversor, piensa si tus títulos de deuda o tus acciones se libran o no de las variaciones en el precio de las monedas.
Pocas empresas cotizadas se libran de la volatilidad del Forex. O bien, como ya te he dicho, a través de las materias primas, o bien, a través del comercio.
Cualquier empresa que tenga filiales o socios fuera de sus fronteras, en países que tengan otra moneda distinta, sufren el riesgo de la divisa y sus beneficios aumentan o disminuyen, no ya con las ventas en otros países, sino en la repatriación de esos capitales, que pueden apreciarse o depreciarse según el cambio que marquen las dos monedas.
No eres ajeno a la evolución de las divisas, la cuestión es si quieres protegerte contra las depreciaciones de tu moneda o beneficiarte de las depreciaciones de las monedas de tus vecinos.
Para eso está el Forex.