8 consejos para tomar las mejores decisiones y ser feliz 😊

Publicado el 31-10-2017

Algo que me perturba constantemente es sentirme estancado y no saber qué paso dar, cómo continuar y qué es lo siguiente que me espera o qué hacer en mi vida en cualquiera de los aspectos de esta.

Seguramente has pasado por lo mismo que yo y te has quedado pensando durante interminables horas sobre tomar una decisión y cuál es la mejor de todas o al menos, la mejor de la peores.

Tal vez se debe a tu trabajo, tus finanzas o tu negocio, e incluso tus relaciones personales. Los dilemas pueden ser cosas pequeñas, como decidir qué ropa usar. O pueden ser grandes, como decidir si vender tu compañía o declararla en bancarrota.

Sufres dolores de cabeza intentando resolver tus dilemas, y no conseguirás respuesta alguna si sigues atrapado en la misma forma de pensar.

Todo lo que necesitas es un enfoque diferente. Aquí te enseñaré 8 técnicas para disolver tus dilemas y tomar mejores decisiones:

 

1. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué quiero lograr?

Cuando no eres claro con tu destino, cualquier camino que se te presente te llevará a él.

¿Qué quieres lograr? Si eres claro con lo que quieres conseguir, podrás dominar tu mente y sabrá hacia dónde debe ir y tus acciones tendrán más impacto.

honesto contigo mismo.

Decir: “Voy a probar que están equivocados”, es totalmente diferente de: “Voy hacer las cosas correctas para ofrecer el mejor servicio a mis clientes”.

 

 

2. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué es lo peor que podría pasar?

A veces, nuestra mente imagina cosas que están fuera de lugar. Estamos tan llenos de falsas expectativas que suelen parecer reales. Cuando vuelves a la realidad, ¿qué es lo peor que realmente podría pasar?

En el supuesto caso que este escenario tan malo suceda, ¿qué necesitarías para recuperarte de este contexto? Teniendo en cuenta los posibles riesgos, determina si es un miedo o algo que puedes afrontar, si es así, ¡ve por ello!

No desperdicies mucho tiempo imaginando el peor escenario. Raramente sucede lo que piensas y si realmente ocurre, ya lo habrás vivido dos veces.

 

 

3. Toma una decisión provisional

Nunca tendrás toda la información que necesitas.

Debes tomar una decisión con la información que tienes en el momento. Sigue adelante con el primer paso, está bien reajustar después.

Cuando un avión toma vuelo, el 99% de veces está fuera de la ruta. De igual forma, el avión es capaz de seguir adelante. Esto sucede porque el piloto entiende que hay suficiente espacio para recalibrar el vuelo y llegar al destino de manera segura.

 

 

4. Considera la “séptima generación”

Algo muy común es quedar atrapado en tus propias preocupaciones.

Tal vez algunas decisiones no te involucren solo a ti, sino que también pueden tener un gran impacto para muchas personas, y muchas generaciones que vendrán.

¿Qué hay de las personas que serán afectadas por la decisión? ¿Cuál es el impacto en ellas? Además de esto, tienes que pensar en cuál podría ser el impacto en los niños y en los futuros hijos de estos niños.

Existe una filosofía de la séptima generación que te invita a pensar más allá de tus preocupaciones actuales.

¿Cómo afectará la decisión que tomes hoy a la séptima generación? Considerar esto te ayudará a tomar una decisión que vaya más allá de tus preocupaciones actuales.

 

 

5. ¿Qué haría tu “consejero”?

Cuando estás muy cerca del dilema, estás muy atrapado en tu propia perspectiva. Necesitas tomar una perspectiva neutral que esté menos involucrada emocionalmente a la situación.

¿Quién es esa persona que respetas y observas? Llamemos a esa persona el “consejero”.

Este consejero puede ser una persona que conoces bien, como un profesor que admiras, un tío que respetas o un mentor en tu trabajo. O también puede ser alguien que conozcas de lejos: Steve Jobs, Warren Buffet, Bill Gates. Ya sabes a lo que nos referimos.

Si tomas la perspectiva de tu consejero, ¿qué diría tu consejero sobre tu situación o dilema? ¿Cómo enfrentaría este desafío de forma diferente? Piensa en ello.

 

 

6. ¿Qué diría tu yo del pasado y del futuro?

Conforme crecemos, se van introduciendo más creencias negativas a nuestras mentes debido a las malas experiencias, traumas o rechazos.

A veces, necesitamos escuchar al niño que solíamos ser. Este niño valiente que podría hacer cualquier cosa si pone su corazón en ello. ¿Qué te diría ese niño valiente ahora?

¿Qué hay de tu yo de 80 años? ¿Te imaginas a ti mismo a la edad de 80 años? ¿Qué estarías haciendo, cómo estarías viviendo?

¿Cómo enfrentaría el dilema tu yo de 80 años? ¿Sobre qué querría que fueras valiente o que des importancia? Piensa si te arrepentirías de tu decisión a esa edad.

 

 

7. Sé tu mejor versión

Ve al tiempo donde eres tu mejor versión, e imagínate ahí.

¿Dónde estarías? ¿Estarías viajando por el mundo? ¿Estarías creando algo en tu estudio? ¿Estarías frente a un gran público?

Imagina ser tu mejor versión por un momento, ¿cómo enfrentarías este dilema siendo tu mejor versión? ¿Qué tan diferente verías el problema? ¿Qué tan diferente crearías una solución y decidirías?

 

 

8. Guíate por el amor

A veces, tomamos decisiones basándonos en el miedo que nos paraliza o en nuestro ego.

Decide por amor, porque las buenas decisiones están hechas de buena información, pero las grandes decisiones están hechas por amor.

Piensa en qué es lo que más amarías hacer para ti, para tus seres queridos y para otras personas que recibirán el impacto de esta decisión. Además, ten en cuenta los efectos a largo plazo de esta decisión.

¿Cuál es la mejor manera de tomar estas decisiones? Hacerlas por amor, y después que tomaste la decisión, ¡empieza a poner acción!

 

 

Y tú, ¿cómo resuelves tus dilemas? ¡Comparte tus técnicas en los comentarios de abajo!

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