11 lecciones que aprendí emprendiendo como primer empleo

Publicado el 08-03-2016

Pocas personas se atreven a que su primer empleo sea su propio negocio. Por eso hoy te presento este post invitado de Fran M., autor del blog Trabajo Nómada, y emprendedor intrépido que sabía que en su entrada al mundo laboral no quería trabajar para otros: quería ser su propio jefe.

En este post Fran te comparte las experiencias y lecciones que aprendió al fundar su propio emprendimiento por primera vez, y que tú debes tener en cuenta si quieres triunfar con tu propio negocio.

 

Tal y como reza el título de hoy, vamos a hablar de los aprendizajes de un emprendedor sin experiencia previa en un trabajo por cuenta ajena.

Soy un autor invitado nuevo, por lo que por educación voy a presentarme.

Mi nombre es Fran y tengo 23 años. A pesar de ser joven, llevo varios años en el mundo del emprendimiento.

Al principio obviamente veía los toros desde la barrera con el objetivo de aprender, hasta que finalmente hace dos años monté mi propia empresa para poder gestionar mis negocios online.

Tal vez te preguntes cómo, o incluso por qué un chico de mi edad se pone a montar una empresa; pero la respuesta es la misma que lo que mueve a la mayoría de emprendedores: buscas algo diferente al resto.

Montar un negocio siempre es algo muy complejo, a cualquier edad y a cualquier nivel de conocimiento; pero aún lo es más cuando acabas de salir de la universidad y apenas tienes contactos ni mundo.

Estos inconvenientes me han causado momentos difíciles, pero también me han hecho aprender a pasos agigantados.

¿La buena noticia? Hoy voy a compartir contigo mis aprendizajes.

 

Aquel que no conoce la historia está condenado a repetirla

 

¿Por qué esta frase? Bueno, supongo que por mucho que nos digan que algo es de una forma, no lo aprendemos hasta que nos pasa; pero de verdad creo que si te lees estos consejos y realmente los aplicas, habrás adelantado mucho camino.

 

11 lecciones que aprendí al convertirme en emprendedor

 

1. Las previsiones no existen

En ningún área de la empresa me he llevado tantas decepciones como en esta; creo que es un defecto del ser humano, no servimos para hacer previsiones.

Cada vez voy depurando más la técnica, y va siendo más acertada.

Esta técnica consiste en crear tres escenarios antes de arrancar tu negocio:

  1. Bueno: Aquí pondremos una estimación positiva.
  2. Medio: Aquí pondremos una estimación neutra, ni bien ni mal.
  3. Malo: En esta última pondremos el peor resultado, de lejos, aunque parezca imposible (los imprevistos pasan)

 

Prediciendo el futuro

 

Bien, ahora viene el truco final: considera que el resultado va a ser la mitad del escenario número 3. Piensa en esa previsión: ¿es asumible para tu empresa?

Si la respuesta es sí, entonces ¡adelante!

 

2. Lo importante es medir

Lo que no se mide no se mejora”; esa frase la llevo marcada a fuego.

Tanto si lo que quieres es mejorar tu negocio como si quieres adelgazar, has de medir los resultados y analizar el flujo.

Es muy importante establecer métricas que nos indiquen cuando algo va bien o va mal. De ese modo, cuando algún número falle, podremos saber a qué se debe.

Personalmente yo soy un friki de la medición, me encanta analizar las horas que trabajo, el lugar… de ese modo sé cómo funciono mejor.

 

3. Potencia tus fortalezas

Prefiero mil veces ser bueno en algo a ser mediocre en muchas cosas.

Tal vez compartas conmigo esta afirmación, o tal vez no, pero si te fijas en la mayoría de personas que han llegado lejos, todas ellas destacan en algo.

O sino, imagina a Steve Wozniak y Steve Jobs (los fundadores de Apple) haciendo el trabajo el uno del otro en esta empresa.

Posteriormente ya se han encargado de establecer relaciones multidisciplinares.

 

Mujer fuerte

 

4. Recuerda el principio 80/20

El principio de Pareto es uno de los aprendizajes que más resultados me ha traído.

Hablo largo y tendido sobre él en mi blog, en concreto en mi artículo El principio de Pareto, por lo que puedes echarle un vistazo y analizar si se cumple en tu empresa y cómo aprovecharte de él.

 

5. Analiza la viabilidad de tu proyecto

Este punto es muy importante: preguntar a un familiar o amigo si les gusta nuestro producto no es analizar la viabilidad de nuestro proyecto.

Si de verdad quieres saber si el público está interesado tienes que exponerles a la compra, y realizar un estudio de mercado.

Cambia el “te gusta” por “te vendo”.

 

6. No pierdas tu tiempo

El tiempo es oro es una frase que todos conocemos, pero en la que no reparamos demasiado.

Tu tiempo es lo más importante, eso nunca lo vas a recuperar ni vas a volver atrás, por lo que veo muy necesario establecer un precio por hora. Puede que te suene raro, pero te ayudará a no perder el tiempo.

Por ejemplo, si tu precio por hora lo valoras en $15 la hora, no deberías realizar tareas que impliquen un precio inferior.

 

Tomar tiempo libre

 

Pongamos un ejemplo: tienes un pequeño error de código en tu web, por lo que tienes dos opciones…

  1. Pago a un profesional para que lo solucione en 5 minutos y me cobre $5.
  2. Rebusco en Internet hasta dar con la solución y finalmente lo soluciono gratis una hora después.

 

Tú decides qué es más valioso: ¿tu tiempo o tu dinero?

 

7. Fórmate como es debido

Este punto va muy en línea con el último. Yo considero que mi tiempo vale dinero y por eso prefiero pagar por un curso que me ayude a llegar más lejos y más rápido, en vez de obtener todo gratis perdiendo mi valioso tiempo.

La formación es el pilar de cualquier negocio.

 

8. Encajar cuando no encajas

El título de este apartado suena un poco contradictorio, ¿verdad? Pero creo que expresa bien lo que quiero decir.

El camino del emprendizaje es duro y largo, o al menos así lo es en la mayor parte de las veces.

Es un proceso lleno de alegrías y decepciones que vienen originadas tanto por elementos internos (gastos excesivos, falta de ventas…) como por externos (familia que no lo entiende, falta de ingresos en casa…).

Considero que si lo que haces hoy te acerca al sitio en el que quieres estar mañana, tienes que seguir con ello a muerte, hasta el final.

No hagas caso a los que te expresan sus malos pensamientos, ni tengas miedo a lo que la gente pueda pensar de ti.

 

9. Valórate

Si vas a salir a la calle a vender con dudas, mejor vuelve a tu casa.

Si tú no te valoras o no valoras tu producto, no vas a ser capaz de que nadie lo valore.

Haz un trabajo de calidad con el que tú te sientas a gusto y con el que creas que vas a ayudar a tu cliente, y lo demás vendrá solo.

 

Emprendedor victorioso

 

10. Busca socios

Buscar socios mejores que tú suena mal, pero es así.

Mucha gente se asocia por miedo a llevar un proyecto solo, porque piensan que entre dos será más sencillo.

Un socio es una persona con la que compartes tu empresa, y como nadie es adivino no sabes si lo que hoy está bien, va a seguir estándolo mañana. O si en un mal momento te puede dar problemas.

El socio tiene que aportarte valor en algo en lo que tú no lo hagas, y si no es así, yo no buscaría socios.

 

11. La última lección y la más importante

La regla más importante de todas sólo es una: aporta.

Si creas un negocio en el que tu único objetivo es generar dinero, difícilmente te irá bien.

Según mi experiencia, el paso lógico de un negocio es aportar primero a tus clientes potenciales, y después monetizar.

 

Aportar

 

Conclusión

Estos son mis 11 aprendizajes, y espero que te hayan servido y que hayas disfrutado del artículo tanto como yo recordándolos.

Confío en que si los sigues, te van a ayudar en tu negocio, y si es así, no dudes en contármelo dejando un comentario aquí abajo y visitando mi blog para ver otros artículos interesantes.

Si te ha gustado el post, compártelo en tus redes sociales, quizá haya alguien a quien le ayude.

 

Fran Trabajo Nomada Fran M. es un emprendedor online que actualmente se dedica a los ecommerce y a su blog personal TrabajoNomada.com, en el que habla sobre nomadismo digital, negocios online y libertad financiera.

0 thoughts on “11 lecciones que aprendí emprendiendo como primer empleo

  1. Tengo un hijo y aunque deseo emprender para estar más presente en su vida tengo un gran miedo al fracaso.

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