Los 7 errores financieros más comunes que puedes cometer

Publicado el 23-08-2018

Las finanzas son un dolor de cabeza y no todos estamos hechos unos expertos en cuestión de administrar nuestras propias finanzas. Pero es necesario que aprendamos a hacerlo para no arruinar nuestra situación financiera. Por lo que primero debemos empezar a conocer esos errores habituales para no quedarnos sin dinero en nuestra cuenta bancaria. 

¿Cuáles son estos errores? Nuestro invitado de hoy, Yaz Reynoso, te hablará sobre 7 errores financieros y cómo puedes evitarlos.

 

Nuestras finanzas van de la mano con las metas que queremos alcanzar.

Las metas más comunes son comprar una casa, un auto, viajar, pagar la universidad; todo eso implica desembolsos de dinero importantes en nuestras vidas que tenemos que sustentar. Por eso, es importante saber cómo utilizar el dinero que ganamos, independientemente de cómo hagamos esto último.

Este post no hablará sobre formas de conseguir más ingresos, ni cómo generar dinero, sino de la parte complementaria a esta tarea: gestionar la riqueza. Para eso, enlistamos 7 errores financieros que la mayoría de la gente comete y una solución práctica para aprender a evitarlos.

Seguir estos pasos no te hará organizado de la noche a la mañana, pero sí te pondrá en un camino más cercano a alcanzar tus metas. Idealmente, deberás iniciar por orden de importancia: comenzar por el paso 1 y seguir el orden hasta llegar al final.

 

7 errores financieros muy comunes y cómo puedes evitarlos

 

1. No tener controlados los gastos

La base para poder manejar tus finanzas, antes que cualquier otra cosa que se te pueda ocurrir, es saber cuánto dinero estás ingresando a tus bolsillos, versus cuánto sale.

De esta sencilla manera, podrás identificar los rubros en los que estás gastando de más y poder hacer una repartición del dinero que sea mucho más benéfica para tus metas personales.

Para ello, lo esencial que tienes que hacer es llevar un registro de cuánto gastas y en qué, para que al final del mes, puedas definir lo que harás para el siguiente mes con ese dinero. Así, se forma una cadena en la que observas en qué estás gastando y puedes recortar el gasto de ese rubro para ponerlo en otro más importante.

Como un ejemplo, puede ser que dejes de pagar por un café en la mañana y destines esa cantidad que gastaste el mes pasado comprando cafés en la esquina en comprar una cafetera al mes siguiente.

Lo que nos lleva al siguiente error financiero.

 

 

2. No ahorrar

Un sueño deja de ser una utopía cuando le pones una fecha, y para alcanzar la meta en determinado tiempo, hay que desarrollar un plan.

Muchas veces nuestros “sueños” están directamente atados al dinero, ya sea las vacaciones que siempre quisiste, el auto que siempre has querido conducir, la casa en la que añoras vivir, entre otras cosas.

Por eso, una vez que has detectado en qué gastas, también serás capaz de definir cuánto eres capaz de ahorrar cada mes.

De esta manera, controlas tus gastos para mandar la mayor cantidad de dinero posible hacia lo que de verdad te interesa y empiezas a guardar dinero para aquella meta que te fijaste y que pronto quieres cumplir.

Maneras de ahorrar hay muchas (unas más efectivas que otras), desde tener una alcancía en forma de cochinito en tu casa, hasta el ahorro automatizado con cargo a tu nómina.

Estas son formas muy distintas de ahorro, pero ambas cumplen la función final que es la de separar dinero que bien pudiste haber gastado en otra cosa, y asegurarte que sea puesto a trabajar en cumplir tus metas.

El problema con ahorrar bajo el colchón o en un cochinito es que ese dinero irá perdiendo valor con el tiempo, lo cual puedes mitigar evitando el error financiero del siguiente punto.

 

Ser millonario antes de los 30

 

3. No invertir

Todo el dinero que guardas por un largo tiempo, aunque no lo percibas, está perdiendo valor. El valor que pierde está dictaminado por la inflación, que dependiendo del país en donde vivas, variará, al igual que lo hará por la época en la que está siendo calculado.

Por ejemplo, en México, la tasa se estima en 3 por ciento anual, pero varía año con año su valor, Si el día de hoy decides guardar 100 pesos, en un año, con ese mismo billete tendrás el poder adquisitivo de 3 pesos menos que el año anterior.

Esto no quiere decir que tú tengas 97 pesos, quiere decir que tienes 100 pero que hace un año hubieras podido comprar algo más caro que hoy con ese mismo dinero.

Tal vez con 100 pesos el ejemplo no sea muy grande, pero empieza a imaginar cantidades más grandes y dime si no te importaría tener hoy 1 millón de pesos y haber “perdido” 30 mil pesos para el año que vine.e

Para combatir la inflación, la mejor idea es invertirlo, para que éste genere más dinero mientras tú no lo estás cuidando.

Para los principiantes, existen activos de poco riesgo como pueden ser los fondos que invierten en deuda del gobierno (los cuales, por lo general, van a otorgarte la misma cantidad que la tasa de referencia de un banco o en otras palabras, el equivalente a la inflación).

Si tienes más experiencia, puedes aventurarte en rubros tan distintos como un simple fondo de inversión compuesto, optar por commodities como el oro, plata y petróleo, acciones de la bolsa o incluso criptomonedas.

Los activos y plazos que elijas deben estar alineados con tus metas para que la inversión pueda resultar efectiva.

 

Dónde invertir dinero

 

4. Poner todos los huevos en la misma canasta

Una de las reglas básicas en las inversiones es no poner todos los huevos en la misma canasta, lo cual no es más que una manera gráfica de decir que no debes poner todo tu dinero en un solo activo.

Independientemente si hablamos de oro, criptomonedas o acciones, todos estos activos llevan un ciclo en el que, tras subir el precio, éste tiene una “corrección”, lo cual significa que baja su precio, para después subir nuevamente.

Suena sencillo en la teoría, pero en la práctica no se sabe con precisión qué tanto bajará y qué tanto subirá, así que, aunque baje, nunca sabrás si llegará al mismo punto en el cual compraste por primera vez.

Eventualmente volverá a tocar ese precio, sólo que pueden pasar años e incluso décadas hasta que eso suceda.

Una manera de mitigar el efecto de ondas que tienen los activos es invertir en un portafolio variado con el cual puedas contrarrestar las bajadas de unos activos, con las subidas de otros.

Por ejemplo, cuando las acciones de la bolsa suben, los fondos del tesoro bajan, ya que la gente está más confiada en la economía y se aventura a inversiones más arriesgadas (ya que los fondos del tesoro tienen un valor determinado).

Por ello, cuando se dice que se avecina una recesión económica en el país, las personas sacan su dinero de la bolsa y lo meten a activos más seguros como los fondos del tesoro.

Si tú no tienes el tiempo ni la dedicación para poder controlar las subidas y bajadas de todos los activos en los que inviertes, lo mejor será que diversifiques para que tu inversión se mantenga estable a pesar de los movimientos.

A veces ganarás más de lo que invertiste, a veces perderás, y otras quedarás igual. La idea, al menos en tus primeras inversiones, es poder mantener tu poder adquisitivo y ganarla a la inflación.

Cuando adquieras más experiencia, podrás experimentar con distintos activos que te hagan ir ganando cada vez más.

 

 

5. Tener pasivos

Otro error de lo más común es tener pasivos en lugar de activos.

¿Qué es uno y otro?

Los activos son todo aquello que te genera dinero: es decir, si tu fueras dueño de una franquicia, un negocio local o una tienda de comercio electrónico, todo esto es algo que te genera dinero.

Aunque puedas gastar dinero en publicidad o algunos otros rubros que te requieran su manutención, se tratan de gastos que haces para hacer crecer tu inversión y al final verás un retorno de dicha inversión.

Por otro lado están los pasivos, que son objetos o cosas que compras que no te están generando dinero, por ejemplo un televisor, ropa y otros artículos.

Entre los objetos que es común confundir como activos cuando en realidad son pasivos son las computadoras, los automóviles y las casas, que incluso son sujetos a la devaluación. En el estudio de Carmatch.mx sobre la devaluación de los autos en el mercado puedes ver cómo mantener su valor si te interesa aún.

Pongamos un ejemplo: si utilizas tu ordenador para trabajar, se trata de un activo, ya que esta herramienta te ayuda a generar ingresos.

Sin embargo, si te compras un auto y lo usas para ir a trabajar, el bien mismo no te está generando dinero ya que podrías ocupar otro medio de transporte para llegar, y como no dependes del auto para poder generar ingresos, se trata de un pasivo.

Una casa, por otro lado, aunque aumenta de valor con el tiempo, no quiere decir que represente un activo, ya que mientras no la alquiles (o te genere ingresos de otra manera), ésta también es un pasivo.

Lo mejor y más recomendable es deshacerse de todos aquellos pasivos para comenzar a comprar activos, es decir, vender todo aquello que no te genera dinero para pode invertir en algo que sí lo haga.

Puedes vender tu auto para que puedas pagar el enganche de una casa, si esa casa la pones en renta, se convertirá en un activo para ti y el auto dejará de ser un pasivo en tu vida.

En la actualidad hay muchas maneras de deshacerte de tus pasivos, como, por ejemplo, el mercado de Facebook en el que puedes vender cosas de segunda mano con facilidad, como computadoras u otros electrónicos.

En el caso del auto, ya existen plataformas en línea que pueden comprar tu auto de manera segura y rápida como Carmatch.mx.

De esta manera, puedes vender todo sin complicaciones, comenzar a invertir en tus activos y así crear flujo de efectivo.

 

 

6. No separar cuentas de negocio y pago propio

Muy ligado al punto anterior se encuentra el separar las cuentas del negocio con el sueldo propio. Muchos utilizan la misma cuenta para pagar gastos personales y los del negocio, lo que ocasiona con frecuencia que exista un desequilibrio entre lo que se gasta y lo que ingresa.

Los dueños de negocios olvidan que tienen que pagarse un sueldo, porque asumen que la ganancia del negocio es en totalidad suya y pueden disponer de ella a placer.

Sin embargo, es una práctica arriesgada ya que vas gastando sin control; llega final de mes y resulta que el negocio terminó con números negativos porque se te pasó la mano con un gasto por aquí y otro por allá.

Tal vez en algún mes en específico no te afecte tanto porque podrás pagar todo con soltura, pero imagínate que tienes que pagar los insumos de los que depende que tu negocio siga corriendo y tu ya te hubieras gastado ese dinero.

Lo primero que tienes que hacer es definir un sueldo propio de acuerdo a tus necesidades y las posibilidades de la empresa. Así podrás llevar los ingresos y egresos de la empresa separados de los tuyos y podrás planear mejor tanto tus finanzas como las de tu propio negocio.

 

 

7. No tener un fondo de emergencia

Como último punto, pero no por eso el menos importante, está el tener un fondo de emergencia.

Puede ser que ya tengas planeada toda tu estructura financiera y tienes controlado cuánto gastas, cuánto ingresas, e incluso tienes tu ahorro, pero si surgiera una emergencia tendrías que recurrir a ese dinero que has ido recolectando para poder salir del imprevisto, y esto afectaría las metas que ya habías establecido.

Hay emergencias graves de las que depende tu vida, como pagar un médico o una operación tras un accidente, que por lo general suelen ser gastos muy costosos y de los que no nos podemos librar. O pueden ser cosas simples, como que se descompuso el frigorífico, y si no compras uno pronto, se echará a perder toda la comida en él.

Si no tuvieras un fondo de emergencia, ese dinero va a salir de tu fondo de ahorro, y como puede ser que sea fácil reponer esa suma el otro mes, puede que te lo acabes por completo o incluso tengas que pedir dinero prestado.

Para evitar todo esto, es importante designar un ahorro que no esté pensado para ninguna meta en específico, sino que esté limitado a cubrir emergencias.

Para ello, es recomendable destinar alrededor de 6 meses de tus gastos mensuales. Este dinero lo debes guardar en una cuenta de banco en la que tengas liquidez inmediata para poder disponer de él siempre que lo requieras sin ninguna especie de penalización por sacarlo antes de un plazo definido.

 

 

De este modo y siguiendo todos los 7 pasos anteriores, estarás blindando tu salud financiera para que puedas alcanzar todos tus objetivos y ponerte metas cada vez más altas. Como dije al principio, lograr dominar cada uno de los pasos será un proceso que llevará tiempo y empeño, sin embargo, no es imposible.

Deberás ir aplicando cada uno de estos pasos conforme sientas que es apropiado, ya que todo se trata de una balanza en la que todas estas recomendaciones se conjuntan de forma integral. Algunos puntos te tomarán más esfuerzo que otros, pero ahora ya sabes cuáles son las bases para comenzar a tomar las riendas de tu vida financiera.

Si tienes alguna duda, puedes preguntarme en los comentarios. ¡Hasta luego!

 

Descripción del autor: Yaz Reynoso es especialista en Marketing Digital. Se dedica a escribir para ayudar a empresas a llegar a su cliente final y otorgar al lector (tú), la información más relevante, siempre. Los temas principales de los que escribe son finanzas personales, autos, tecnología y videojuegos en el sitio web Carmatch.mx.

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