Por qué dejé de ser esclavo de un trabajo que me mataba
Publicado el 06-04-2017Odio ser un esclavo igual que tú odias ir a tu trabajo cada mañana.
Seguro que estás pensando: venga Andrés, no seas estúpido. No estás amarrado a unas cadenas ni estás detrás de unos barrotes que te impiden ser libre…
Vale, es cierto, en eso te doy la razón. Tú ganas.
Echa un vistazo rápido a una persona normal.
El típico hombre o mujer que tiene un empleo corriente. Un trabajo es muy diferente de la esclavitud, ¿verdad?
Puedes tomarte un descanso para ir al baño o a beber agua. Y al hablar con alguno de tus compañeros nadie te prohíbe charlar sobre ciertos temas como la familia o lo que haces en tus ratos libres.
Muy bien, en eso también te doy la razón. Vuelves a ganar.
¿Qué te parecería si en vez de poner un ejemplo tan general nos concentramos en ti? ¿Y más concretamente en tus ingresos y en tu comportamiento en el trabajo?
Supongo que ya sabes que todo lo que ganas no te lo quedas tú. Y que crees que alrededor de un 30% de tu sueldo va a parar a pagar impuestos de todo tipo.
Pero ahí es donde te equivocas.
Tu verdadero sueldo es el valor que creas para el lugar donde trabajas.
Un porcentaje de tu trabajo va a parar a tu jefe. Él también tiene que cobrar un sueldo, eso ya lo sabes.
¿Quién crees que paga a tu jefe? TÚ. Tú le pagas con tu esfuerzo y tu trabajo duro.
Un porcentaje de tu sueldo va a parar a él, y a los jefes que están por encima de él, y así hasta llegar a lo más alto de la empresa en donde estás.
Pero también hay una parte de lo que ganas que va a parar a esos “extras” inútiles de los que apenas haces uso.
Por ejemplo, tu seguro de accidentes laborales que probablemente nunca necesitarás; o ese seguro médico que sólo puedes usar cuando tienes un simple resfriado porque sólo cubre los tratamientos más básicos y baratos.
Pero espera, ¡todavía hay más! ¿Has pensado en esos compañeros que no hacen NADA y que al final tienes que ser tú quien saque adelante su trabajo?
A ellos también eres tú quien les pagas con una parte de tu sueldo.
Aunque no generan beneficios para tu empresa porque son demasiado flojos, sí que reciben un salario todos los meses.
Y alguien tiene que encargarse de compensar esa balanza entre un empleado vago y el dinero que hay que pagarle.
Y esa persona eres tú: trabajas por él y por ti, pero al final sólo recibes un sueldo, no dos.
El trabajo ideal no existe. Eres TÚ quien debe crearlo.
Por último, no te olvides de todas las cosas que utilizas a diario en tu puesto. ¡Eso también lo pagas aunque no te hayas dado cuenta!
La oficina donde laboras cada día, la silla en la que te sientas, la mesa que utilizas, el teléfono…
¿De verdad crees que todo eso es gratis? No amigo, si no pagases un extra por ellas, no existirían. Por eso te las descuentan directamente de tu sueldo.
A todo esto es a lo que yo le llamo “gastos fuera del sueldo”. Intenta hacer una lista de estos costes y mira cuánto estás ganando ahora mismo en tu trabajo.
Seguramente deberías ganar casi $2.000 por lo que haces.
Pero a fin de mes sólo te pagan entre $600 y $800 porque tu empresa debe descontarte la luz que utilizas mientras trabajas, el espacio que usas, el sueldo de tus compañeros que no hacen nada, los impuestos que debe pagar al gobierno por tenerte contratado…
Y lo peor de todo es que eso no acaba ahí, porque también existen los “gastos dentro de tu sueldo“.
¿Qué costes son estos? Los impuestos que debes pagar una vez que recibes tu sueldo cada vez que vas a comprar comida, cuando pagas tu casa, tus facturas, y hasta tu ropa.
Tú pagas alrededor del 40% de tu sueldo en estos impuestos mientras que las personas más ricas, gracias a ser ellos sus propios jefes, sólo tienen que pagar el 15% de las fortunas que ganan porque están en otro nivel distinto de ingresos económicos.
Después de ver tu situación desde esta perspectiva y con todos estos datos, ¿sigues creyendo que no eres un esclavo de tu trabajo?
¿Cuánto dinero del que realmente generas es para ti?
Te levantas temprano, a veces incluso antes de que salga el sol. Con tu sueldo tienes que pagar el transporte que te llevará a tu puesto (tu empresa no va a darte ese dinero).
Trabajas duro y pones todo tu esfuerzo en tu empleo. Vuelves tarde a casa, sin apenas fuerzas para darle un abrazo a tu familia.
Cada vez te sientes más estancado en un trabajo que ya ni te motiva, ni te gusta, y en el que además te pagan mal, y a veces, tarde.
Incluso si estás en un caso más extremo puede que tengas un poco de depresión, y estés tomando medicamentos para aliviar ese dolor que tienes dentro.
Y además no duermes bien porque sólo de pensar que al día siguiente tendrás que volver a ese lugar que te está quitando la vida se te revuelve todo el estómago.
¿Acaso todas estas no son razones suficientes para ti para dejar de ser esclavo de tu trabajo? ¿No te mereces que te traten como a un ser humano en vez de como a una máquina que sólo sirve para generar dinero para los de más arriba?
Los lunes no son tan malos. El problema es que tienes el trabajo equivocado
No sé si lo has pensado bien, pero ahora mismo podrías estar ganando cinco veces más si no fueses un esclavo de otros, y decidieses convertirte en tu propio jefe.
Pero en vez de eso, te comportas de forma que intentas engañarte a ti mismo.
Te dices cosas como “trabajar por mi cuenta es arriesgado“, “en mi trabajo puedo escaparme antes de mi hora”.
Yo antes también pensaba así. Me decía que todo el año trabajando luego tenía su recompensa en las vacaciones que tomaba. Que sí era libre porque podía hacer lo que quisiera.
¿Realmente es esto cierto? En todos los trabajos hay unas normas ocultas que debes cumplir igual que si estuvieses encerrado en una cárcel.
No puedes hablarle a tu jefe de ciertas maneras porque, si lo haces, todo lo que él debe decir es “estás despedido” para echarte de allí.
Tampoco puedes ir vestido como te da la gana. En muchos empleos es obligatorio llevar un uniforme, y en los que no, debes ir con una ropa adecuada según mandan las normas de la empresa.
No puedes ser amigo de quien tú quieres. Tus amigos sólo pueden ser las personas con las que pasas el día encerrado entre cuatro paredes, y ellos son también esclavos como tú.
Cuando se van de ese empleo, lo más probable es que nunca vuelvas a hablar con ellos en toda tu vida.
No puedes ser creativo y si quieres dar tu opinión, quizás nadie la tenga en cuenta.
La compañía para la que trabajas es la dueña de TODAS tus ideas. Cualquier cosa que se te ocurra es propiedad intelectual de ella porque así lo firmaste en tu contrato.
Tus emails pueden ser leídos por la gente que trabaja en recursos humanos; tu privacidad no existe.
Si quieres más dinero, no puedes pedirlo: tienes que rogarlo poniéndote casi de rodillas. Por eso es normal que a la mayoría de nosotros nos dé auténtico pánico pedir un aumento de sueldo.
Porque lo más probable es que tu jefe te mire de arriba a abajo, casi con desprecio, te diga que no, y encima debas estar agradecido porque no te haya despedido por preguntar.
Y para cuando llegas a casa para disfrutar del poco tiempo feliz que tienes con tu familia, estás tan cansado y tan enfadado con tu trabajo que sólo quieres plantarte delante de la televisión sin hacer nada.
Sé que no todo el mundo se siente así, porque esto es sólo mi experiencia personal y cómo me sentía yo cuando trabajé para otros.
Pero me sentía como un auténtico prisionero. Odiaba ir cada mañana al mismo sitio para que me tratasen de la misma manera.
Y lo que más rabia me da de este asunto es que, por desgracia, la mayoría de personas a las que conozco también se sienten así.
La libertad no consiste en tener un buen amo, sino en NO tenerlo
Si te sientes identificado con tan sólo una de todas estas cosas, debes dejar de ser un esclavo de tu trabajo.
No dejes que otros se lleven tu dinero para poder seguir manteniéndote como un esclavo. No vale la pena.
Tienes derecho a ser el dueño de tu tiempo, a ser el dueño de lo que haces con tu vida. No dejar que el gobierno o los bancos se adueñen de ti.
Tienes derecho a entablar relaciones con quien tú quieras, y a tener tus propios pensamientos.
¡Pero no puedo dejar mi empleo! ¡Es con lo que mantengo a mi familia y mi casa!
Tienes razón. En una situación en la que el dinero que ganas es importante para sobrevivir, no dejes tu empleo.
Pero empieza a explorar para salir de ahí CUANTO ANTES.
Piensa cada día en nuevas ideas con las que podrías trabajar por tu cuenta. Haz una lista de cosas que te interesan desde que eras un niño. Busca qué negocios podrías crear a partir de esos intereses.
Eso es exactamente lo que yo hice cuando sentía que ya no podía más, y que un día iba a explotar si no me largaba de mi empleo pronto.
En menos de 6 meses mi vida cambió por completo, y al final encontré una manera de crear mi propio negocio y dejar mi empleo.
El día que le dije adiós a mi jefe estaba muerto de miedo; a veces la libertad puede ser aterradora. Pero sólo fuera de esa prisión es donde puedes crearte a ti mismo y ser feliz.
A partir de entonces, no he mirado atrás ni un solo día, y he seguido adelante trabajando en mis propios proyectos, y construyendo mis sueños, no los de otros.
Hace 13 años tenía un jefe que a veces me gritaba.
No te equivoques: él es un buen tipo, pero debía comportarse de esa forma para tener contentos a sus jefes de más arriba.
Un día en el que yo me encontraba muy mal, me gritó, y sentí tanta impotencia de no poder contestarle porque podía perder mi empleo que estuve a punto de llorar.
De hecho, cuando terminó el día lloré.
Pero siempre le estaré agradecido porque ese era justo el golpe que necesitaba para despertarme y ver la realidad: no podía continuar así mucho más tiempo.
Debía hacer algo, pasar a la acción. Y lo hice.
Meses después emprendí mi primer negocio, y no he vuelto a trabajar para nadie desde entonces. Ahora soy yo quien digo cuándo, cómo y con quién quiero trabajar.
Así que dime, ¿a qué esperas tú? ¿Después de todo lo que has leído aquí vas a permitir que te sigan encadenando a un empleo que odias a cambio de un sueldo que apenas te llega para pagar tus facturas?
¿Qué golpe necesitas que te den a ti para por fin darte cuenta de que lo que estás haciendo no es lo que te hace feliz?
¿Vas a seguir así durante el resto de tu vida, dándole a personas a las que no les importas tus mejores años? ¿Descuidando a aquellas que sí te aman porque no puedes dedicarles más tiempo por culpa de tu trabajo?
El balón está ahora en tus manos, y eres tú quien debe decidir qué hacer.
Pero recuerda que el tiempo pasa y no regresa, y el tiempo no se puede recuperar ni con todo el oro del mundo.
Saludos, de verdad gracias por entusiasmarnos pero hay paises donde verdaderamente no funciona ese tipo de emprendimientos, por ejemplo Venezuela. GreePanthera siempre me sale este error The survey is closed or your IP was used in that survey. y Surveyah solo me han salido las encuesta que siempre han estado, no han cambiado. A que se debe eso?
Saludos
Green Panthera no está disponible para Venezuela, y con Surveyeah seguramente es porque tu perfil no está bien configurado. Mejóralo y verás como te envían más encuestas 😉
Hola Eduardo! Me gusta tu página. Estoy en Venezuela y no evito pensar en la situacion de aqui, sin embargo no pierdo las esperanzas de ser mi propio jefe. Lo digo y lo decreto que así como tu, en menos de 6 meses seré exitoso en mi propia empresa, de verdad veo éste articulo y cada una de las palabras son exactamente como me he sentido a lo largo de muchos meses. Seguiré leyendo poco a poco todos tus artículos.
Gracias Tonny! Sigue así, ve detrás de tus sueños, y no te rindas nunca!
Tras muchos años trabajando para otros, puedo decir sin lugar a dudas, que lo mejor que me ha pasado en la vida -profesionalmente hablando- es emprender y tomar las riendas de mi vida y de mi pasión por cuenta propia.
Saludos.
100% de acuerdo contigo. La emoción de ser tu propio jefe es inigualable!
Gracias por toda esta motivación, me ayuda mucho a mantener mis ideas que se están formando desde hace varios meses, ya que tengo todo el deseo de emprender y dejar mi trabajo que me llega a abarcar de 10 a 12 horas diarias. Me gusta mi trabajo pero no me da lo necesario económicamente y el tiempo que es lo más valioso que puedo tener para invertirlo en mi y mi familia.
Saludos
Estar con la familia es lo más importante y nada debería interponerse en ese camino, y mucho menos un trabajo. Felicidades amigo por tomar esa decisión!
Me gusta tu blog, al igual que los demas muy contenta de saber que puedes poner las paginas gratis sin cobrar. Soy de Peru aunque ya he vistos varias empresas en las que puedo entrar, confirmame porfavor cual puedo entrar con seguridad en Peru. Saludos Monica.
Gracias Mónica! ¿A qué empresas son a las que te refieres para Perú?
Me encantó este artículo me identifique con absolutamente todo, gracias a Dios hace un par de días tuve el valor de decirle adiós a mi trabajo pues me hacía sentir como una esclava como lo describe perfectamente este articulo; y hoy gracias a esa libertad que experimentó me siento excelente con la fuerza y el ánimo para empezar mi propio plan de trabajo; de hecho por eso llegue hasta aquí por que mire un artículo relacionado.con lo que quiero hacer que es poner una tienda de ropa…tengo la fe y la confianza de que me irá excelente! Saludos muy buena pagina 😉
Sólo una preguta que es green phantera y surveyhea, es algo relacionado con los negocios?
Muchas gracias Anadalia! Te felicito por la gran decisión que has tomado y por tener el coraje para recuperar tu libertad 😉
Green Panthera y Surveyeah son páginas de encuestas que puedes encontrar aquí: https://gananci.org/encuestas-pagadas/
creo que dejamos de ser esclavos cuando nos gusta nuestro trabajo.
La mejor forma de no serlo es cuando hacemos lo que amamos..